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Un cuento chino? DE CÓMO SE CREÓ LA NUEVA CHINA Luz y Guillermo Marín

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Un cuento chino?
<br>DE CÓMO SE CREÓ LA NUEVA CHINA
<br>Luz y Guillermo Marín
DE CÓMO SE CREÓ LA NUEVA CHINA
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Un día, sin previo aviso, amenaza o declaración de guerra empezó la invasión. Un millón ochocientos mil chinos, que siendo los más pobres de ese país, decidieron emprender una operación de ocupación de México, sin permiso o apoyo, aparentemente, del gobierno chino.

En nueve buques portacontenedores de 9500 contendores, con una pequeña flotilla de apoyo cada uno. Viajaron 190 mil soldados por buque, en 9500 contendores, y en cada contendor iban 20 hombres, sus arreos, pertrechos y alimentos. En dos contenedores viajaba un pelotón. Cincuenta contenedores integraban un batallón. De modo que los chinos, sigilosamente, en nueve buques portacontenedores transportaban ejércitos completos perfectamente organizados y entrenados para la invasión, en su primera fase.

Poderosos empresarios chinos, políticos en desgracia y aventureros financieros, contrataron los servicios de empresas que disponen de mercenarios profesionales, así como empresas del mercado negro de armamento, quienes organizaron, armaron y entrenaron a los voluntarios chinos para la invasión. Emulando la epopeya militar de 1950, cuando en una noche, voluntarios chinos invadieron Corea.

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La cabeza de playa fue Acapulco, que cayó en una madrugada, después siguieron por la tarde, en una acción concertada, la Ciudad de la Paz, Guaymas, Topolobampo, Mazatlán, Puerto Escondido, Huatulco, Salina Cruz y Puerto Chiapas. Los nueve barcos porta contenedores, repletos de chinos, entran ordenadamente por los puertos del Océano Pacífico del país. Las fuerzas militares de la SEDENA, de la Marina Armada y las policías, no tuvieron tiempo de organizarse, defender las plazas y repeler el ataque.

Para el día siguiente, nueve ejércitos de chinos avanzaban de Occidente a Oriente, ocupando el país sin mucha resistencia. El gobierno de Estados Unidos convocó a una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Pero el embajador de China en Washington, ya había negociado la devolución de la mitad de los Bonos del Tesoro que tenía China, para que no se opusiera a la ocupación.

En las cámaras de diputados y senadores de México, se creó una comisión negociadora encabezada por miembros del PRI, PAN, PRD y Verde, para de manera secreta, acordar la rendición del país. Pretenden salvar al país de un inútil derramamiento de sangre y proponen la creación de un gobierno de coalición de chinos y mexicanos. El presidente pide asilo político en la embajada de Estados Unidos, con su familia y miembros allegados de su gabinete. Los hechos están sucediendo de manera vertiginosa.

Los ejércitos chinos se distribuyen en el país en batallones y rápidamente de manera eficaz inician la ocupación, como si fueran hormigas marabunta. Las ciudades más grandes organizan las rendiciones, para evitar la destrucción de la infraestructura urbana, las fábricas, empresas y centros comerciales. No así en las comunidades indígenas y campesinas, que inician una guerra de guerrillas remontándose a las montañas, hostigando a los batallones chinos, pero con mínimos resultados.

Las empresas mediáticas a través de la televisión, la radio y la Internet lanzan una campaña para que la gente no entre en pánico y no salga a la calle. El Consejo Empresarial busca un interlocutor con las fuerzas de ocupación para que se respete la libre empresa y la propiedad privada. Los intelectuales y académicos hacen una comisión para negociar la libertad de expresión y la libertad de cátedra. Se ha creado, en cuestión de horas, una federación nacional de sindicatos democráticos a través de reuniones por Internet, que acuerda mantenerse a la expectativa y esperar, para cuando exista un gobierno provisional, puedan entrar en negociaciones para defender los derechos de las clases trabajadoras.

Los carteles del crimen organizado se les han adelantado a todos, y encabezan los pelotones de los ejércitos chinos, en calidad de rastreadores y delatores. Han negociado con los chinos apoyar la ocupación a cambio de que les permita mantener el trasiego de drogas a la frontera Norte. A todas las personas importantes en la política, a los líderes sociales, a los pensadores y a los altos mandos militares que no aceptan la ocupación, se les concentra en los palacios municipales, los palacios de gobierno de los estados y en el Palacio Nacional en el área metropolitana.

En dos semanas, México ha sido totalmente ocupado por los chinos. Los ciudadanos han quedado catatónicos, no se han movido de sus casas acatando el toque de queda de 20 horas, solo se han mantenido en operación las empresas que mantienen los servicios básicos y la venta de comestibles. El comandante en jefe de los chinos ordena el asesinato de todas las personas que se encontraban detenidos. La limpia es total y expedita. El Estado mexicano, en una noche fue exterminado. En la mañana se crea, por decreto del ejército de ocupación la fundación de un nuevo país llamado La Nueva China, con un nuevo gobierno, con una nueva constitución, que garantiza la soberanía y libertad de los ciudadanos chinos que llegan a fundar un nuevo país, con leyes especiales para los mexicanos que garanticen su lealtad y cooperación al nuevo orden político y social.

Sin embargo, la Nueva China nace con una catastrófica epidemia de una nueva cepa del virus Covid-19, traída por los solados chinos, que hace inmensos estragos en la población mexicana. La mortandad llega a alcanzar a más de la mitad de los mexicanos y la mano de obra para el campo y las minas empieza a escasear. El nuevo gobierno está contemplando el traer a la Nueva China, trabajadores esclavos del Sur del continente asiático, para que no se detengan las grandes inversiones agroindustriales y mineras.

En la nueva constitución se decreta que los únicos que tienen derechos humanos son los ciudadanos de origen chino, los mexicanos deberán obedecer y coadyubar para el desarrollo del nuevo país, haciendo todos los sacrificios necesarios, con la advertencia que si no cooperan eficientemente serán fusilados. Todas las residencias, casas y departamentos, deberán ser desocupados en 24 horas, para albergar a los chinos. Los mexicanos tendrán que dejar todos los aparatos, enseres, utensilios, ropa y vehículos a sus nuevos ocupantes. Quien se atreva a tratar de sacar algún objeto será acusado de robo y alta traición a la patria. Los mexicanos serán reubicados en las afueras de las grandes ciudades y los centros urbanos provinciales, mientras se les asignan sus nuevos centros de trabajo en la producción agroindustrial y la minería. Los chinos ocuparan las empresas y comercios establecidos para mantener la vida económica.

Quedará prohibido el idioma español y los mexicanos tendrán que aprender el chino mandarín. Quedará proscrita cualquier religión o secta de los mexicanos. Se destruirán todas las iglesias, desde las del Siglo XVI hasta las modernas, para que, en su lugar, los mexicanos construyan pagodas dedicadas a Buda, Confucio y Lao Tse. Será obligatoria la conversión a la religión budista y los chinos podrán pagar el trabajo de los mexicanos con la enseñanza del budismo.

Se destruirán todas las escuelas y universidades de los mexicanos. Se hará una purga de todo el magisterio para dejar solo aquellos que estén convencidos y sean solícitos cooperantes del nuevo modelo educativo y social de la Nueva China. Se quemarán todos los libros, librerías y bibliotecas. El libro mexicano en español, será considerado subversivo y los escritores, intelectuales y pensadores, que no estén de acuerdo con el nuevo sistema serán eliminados para que no contaminen al pueblo mexicano. En las escuelas se enseñará el chino mandarín, se leerán únicamente textos chinos y estará prohibido, bajo pena de muerte escribir en español.

Quedarán estrictamente prohibidas todas las manifestaciones artísticas, consideradas subversivas y maliciosas. La música, la danza, la plástica, el teatro, la literatura y la poesía, que recuerden el pasado de México, serán consideradas subversivas. Materia especial será la historia antigua, que será especialmente prohibida por considerarla llena de mentiras. La historia oficial será la de la China continental, y la Nueva China la tomará como su pasado y fuente de inspiración.

Todos los mexicanos tendrán obligatoriamente que vestir de blanco con tela de algodón, para ser identificados fácilmente. No podrán poseer armas de fuego o blancas. No podrán usar ropa china, ni zapatos, solo huaraches. No podrán manejar vehículo alguno, solo podrán usar bicicleta. No podrán incorporarse bajo ningún cargo al gobierno, a la iglesia budista, al ejercito y no podrán crear ningún negocio propio, deberán siempre ser empleados en el campo y en las minas. Y no podrán salir de las reservaciones en donde sean asignados para su trabajo como peones de la agroindustria o en la minería.

Como en los ejércitos de ocupación venidos de la china continental, no se admitieron mujeres, los chinos gozarán del privilegio patriótico de tomar a una mujer mexicana para formar una familia. Estas mujeres pueden ser solteras o casadas, al gusto del varón chino. Las mujeres mexicanas deberán sentirse honradas por ser escogidas por los hombres chinos para formar a los nuevos ciudadanos de la Nueva China. Estas mujeres y sus hijos, podrán salir de las reservaciones y gozar de algunas prebendas que les dará el nuevo sistema social, que quedará estrictamente tipificado en normas, reglamentos y leyes. Cualquier mexicano que se oponga a estas medidas de población, será fusilado por considerarlo un traidor a la patria.

La CIA informa al Pentágono que el gobierno de la Nueva China, está próximo a formalizar una solicitud al gobierno de la China continental, para que, en un futuro no muy lejano, los territorios de la Nueva China, sean considerados una provincia de ultramar de la China continental.

Los analistas internacionales, consideran que pasarán más de trescientos años, antes de que pueda existir una modificación al gobierno y la política de la nueva nación.

Estimado lector, no se preocupe, esto nunca ha pasado, no pasa y no pasará, tan solo es ? un cuento chino.

Educayotl AC.

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