“Los Viejos Abuelos dijeron desde el principio de los tiempos que la única forma de decir palabras verdaderas, capaces de introducir raíz en el hombre, es a través del sendero de las flores y los cantos, porque sólo a base de Flor y Canto, es como se esculpe y pule la piedra preciosa que todos llevamos dentro”
Daany Beédxe
Los lugares sagrados y el saber de nuestros antepasados son puntos referenciales para todo zapoteco. Las enseñanzas que nos heredaron en sus sermones y en su manera de proceder son inestimables; los binnigula’sa dejaron palabra y obra. La palabra quiere ser olvidada, sus templos y espacios sagrados profanados. No debemos pues, permitir ni olvido ni destrucción.
Desde el comienzo del tiempo, cuando por medio de un sacrificio nació el Quinto Sol, el del Movimiento, Xu para nosotros, en las tierras que hoy habitamos se desarrolló un complejo sistema filosófico-cultural que dio pie a la grandeza de antaño. Binnizá, Toltecas, Mayas, e incontables pueblos que hoy habitan este país compartieron ese saber. Construyeron centros de conocimiento, ceremoniales y políticos, hoy llamados zonas arqueológicas. Uno de esos lugares sagrados, Dani Beedxe-Monte Albán (Montaña del jaguar), es recreado en una singular novela de Guillermo Marín, que nos transporta al pasado desandando más de mil años.
Daany Beédxe aborda el desarrollo de la filosofía y la cultura de nuestros ancestros, trata de imaginar cómo era la vida en una comunidad zapoteca del siglo IX d.c, pero sobre todo, su cosmovisión.
Admira el hecho de que entre la novela y la realidad de nuestros pueblos haya tanta semejanza en lo concerniente a la manera de ver el entorno y de relacionarse con él. Guillermo Marín, muestra de manera excelente la cara negada por tantos siglos, que ayuda a reconocernos y a sabernos como lo que somos: los hijos de los hijos de los viejos abuelos.
Águila Nocturna, personaje central de la historia, recorre las etapas necesarias para convertirse en un “Guerrero”, hombre de conocimiento, antecesor de los curanderos y ancianos que hoy nos sanan y orientan, de los Chagoola’ y los Xuaana’ que honran a los futuros esposos con sabios consejos, e incluso, de los bidxaa’ que tienen la cualidad de transformarse en animales.
La novela describe tantos ámbitos como le son posibles: nacimiento, juventud, plenitud, y muerte. Tiene la ventaja de estar dirigida a jóvenes en un intento de acercarnos más a nuestra historia y a nuestros orígenes. Está bien documentada en lo concerniente a palabras antiguas, con las que se da voz a los personajes para apreciar mejor la sabiduría de una civilización con altos y sólidos principios éticos que pocas veces se ha querido reconocer y valorar.
Marín retoma elementos de la obra de Carlos Castaneda, aquel antropólogo controvertido que escribió con inusual aptitud las “Enseñanzas de Don Juan”; también se inspira en Bonfil Batalla, autor de “México profundo, una civilización negada” logrando inteligentemente cierta comunión entre ambas perspectivas.
En general bien vale la pena acercarse a un libro de tales características, que tiene mucho que enseñar, siempre que se encuentre con el lector deseoso de aprender.
Gubidxa Guerrero Luisgubidxa7@correo.unam.mx