Desde 1492, en el Diario de Cristóbal Colón, empieza a construirse una serie de dogmas que tratarán de justificar el holocausto y el epistemicidio que vinieron a realizar las coronas de Castilla y Portugal, mandatadas por los banqueros de Venecia y los altos prelados del Vaticano. Estos dogmas, como verdades incuestionables son los cimientos de la colonización, el capitalismo, la modernidad y la globalización. Mentiras y calumnias que distorsionan la realidad de los hechos y nos condenan a seguir en esclavitud mental y cultural.
Estos dogmas siguen vigentes en la actualidad. Se mantienen de manera hipócrita en la sociedad moderna, pero ahora mucho más refinados, menos burdos pero mucho más nefastos. La gente ya no los <ve>, no los percibe porque es el medio en el que se vive en una sociedad necolonial.