México logra su independencia de España en 1821 con la premisa que México sería una monarquía constitucional, pero España no reconoció tal independencia y por lo tanto ningún príncipe Borbón acepto ser monarca de México. Agustín de Iturbide es nombrado primer emperador y nace por breve tiempo el primer Imperio Mexicano, que acabara con la ejecución del Emperador Agustín I en 1823. La República Mexicana se inaugura en 1824 con su primera constitución y al mismo tiempo nacerá el irreconciliable conflicto ideológico de la clase política mexicana; Sistema Federalista contra Sistema Centralista.
Durante el periodo de la colonia los criollos del Virreinato de la Nueva España tuvieron una nula formación política, la corona española excluyo a los criollos de casi toda actividad política. No dejo que los descendientes de españoles nacidos en América tomaran decisiones propias en sus comunidades. Lo más que pudieron conseguir los criollos fue ser representados en los cabildos. La escasa experiencia política adquirida los dejó vulnerables a teorías ideológicas extranjeras que habían sido construidas por las sociedades europeas y estadounidenses. Así al desplazar a los peninsulares de los puestos de gobierno, y tomar las riendas de la nueva nación que estaban construyendo, los criollos se enfrentaron con el dilema de escoger la forma de gobierno que regiría en el país.
Los criollos nunca fueron un grupo económica y socialmente homogéneo, aunque racialmente lo fueran. El alto clero, los militares de alto rango y los aristócratas terratenientes se agruparon alrededor de la ideología del Rito Mason Escoses. Los criollos de clase media que eran en su mayoría abogados, doctores, medianos comerciantes, oficiales de gobierno, y prelados del menor grado se cobijaron bajo la ideología del Rito Mason Yorkino. La clase baja, los burócratas, oficiales de bajo nivel, soldados y pequeños comerciantes se convertirían en el ala radical del liberalismo mexicano, llevando la bandera de las transformaciones sociales y económicas que necesitaba la flamante nación. Los dos primeros grupos se alinearían para frustrar cualquier movimiento populista que beneficiara a las masas empobrecidas o alentara una revolución social; pero se enfrentarían por los siguientes 20 años imponiendo su visión de gobernó al resto del país.
En España debido a la imposición de José Napoleón y la consiguiente abdicación de Fernando VII en 1808, se forman las Cortes Generales Españolas que buscarían crear una constitución liberal para todas las posiciones españolas. En septiembre de 1810 representantes de las Colonias Americanas se reúnen con sus pares de la península en Cádiz y el 19 de marzo de 1812 se promulga dicha Carta Magna, que sería derogada en mayo de 1814, tras el regreso de Fernando VII y reinstaurada por el mismo el 1820. Durante su estancia los diputados de la Nueva España se vieron influenciados por las ideas liberales europeas, específicamente la del Rito Escoses. Este tipo de masonería abogaba por una monarquía constitucional, cercana a la Iglesia Católica y con la creencia que la aristocracia eran la clase más preparada para gobernar por lo tanto el sufragio debía ser limitado para unos cuantos. Los tradicionalistas querían toda la tajada de poder y ejercer el control desde la ciudad de México; el poder debería concentrarse en pocas manos. Solo los hombres con mérito y autoridad, hombres de bien, podían preservar y elevar las instituciones que habían sido la base de la gloria del imperio español; un ejército poderoso, la Iglesia Católica y una monarquía legitima o sea de sangre azul. Así fue como el sector más conservador y pudiente de México, se adaptó a esta doctrina política para conservar el poder y sus privilegios, que se veían amenazados por los otros grupos sociales. Ellos se llamarían centralistas.
Las ideas y formas de gobierno de la Revolución Americana de 1776 y la de la Revolución Francesa de 1789, tuvieron poca influencia en la sociedad novohispana pero no pasaron desapercibidas. Su impacto llegó al consumarse la independencia y se consolidó cuando se dio fin al primer imperio y nació la primera República. De estados Unidos llegó el Rito Yorkino. Este rito masón abogaba por una república con un gobierno de tipo federal, era anti clerical, y promovía el sufragio para la mayoría de los varones. En 1825 Joel Poinsett es asignado como el primer embajador estadounidense en México y crea la primera logia Yorkina. Los criollos de clase media de tendencia liberal abrazaron esta ideología a la cual se afiliaron apasionadamente. Ellos luchaban por instaurar los ideales de la ilustración, la soberanía popular, los derechos y las libertades del individuo, por un gobierno secular y con igualdad social y legal. Ellos se harían llamar federalistas.
La definición de Centralismo según el diccionario es; Del latín centra, ?un solo lugar? y lismo, ?persona?. Es un sistema que concentra el poder y las funciones político administrativas en un órgano central: el Estado como autoridad suprema, el cual provee exclusivamente el ejercicio y administración de los derechos públicos y colectivos del país. Y de federalismo: Del latín f?dus, ?pacto?. El federalismo es un acuerdo de unión entre varias entidades territoriales llamadas estados o provincias que delegan parte de su autonomía en un organismo u autoridad general: el Estado. Los estados conservan su soberanía, leyes y autoridades propias.
Al comenzar la etapa republicana en México no había partidos políticos, ni una prensa partidista. Las logias masonas llenaron ese hueco y comenzó la rivalidad entre escoceses y yorkinos. La rivalidad llegó al grado que parecían bandas rivales. Cada grupo fundaría periódicos y gacetas para atacarse el uno al otro. Al tomar el poder los yorkinos y establecer el sistema federal de gobierno le ganaron la primera partida a los escoceses que estaban distraídos por la caída del primer Imperio de Agustín I. Los federalistas no perdieron tiempo y redactaron la Constitución de 1824, un documento imperfecto que aglutinaba a los 19 estados y cuatro territorios en un pacto federal, que respetaba la autonomía de cada estado.
La Constitución de 1824, establecía que los estados serian independientes libres y soberanos con poder para formar sus propias constituciones, legislaturas y milicias estatales, las cuales más tarde se convertirían en ejércitos privados de caciques locales. Le daría poderes claros al congreso sobre el ejecutivo, para evitar que se convirtieran en monarcas o dictadores. También fallaría en crear un poder judicial independiente. Carecía de lo que en Estados Unidos se conoce como ?Check and Balances?, Control y Equilibrio, un sistema en el cual los tres poderes se regulan entre sí. Otra característica que traería lastres más tarde sería que mantenía la intolerancia religiosa por ley, solo la religión católica era permitida. Y ratificaba los fueros del clero y los militares exceptuándolos de toda ley civil. Para rematar establecía las reglas para elegir al presidente; el candidato que obtuviera más votos era el presidente y el que quedaba en segundo lugar sería el vicepresidente quien regularmente era su oponente y las más veces su enemigo, un presagio para la ingobernabilidad y el golpe de estado.
Para su tiempo y el momento histórico la Constitución de 1824, entendió lo que los estados antes provincias necesitaban, autonomía e independencia de la capital. Por eso durante los 10 años que duró el pacto federal los estados vivieron un auge político y hasta cierto punto económico; principalmente los que estaban lejos de la influencia de la metrópoli. El regionalismo se asentó más en la república federal; el poder político de los gobernadores aumento al convertirse en caciques de la región. Las milicias estatales se convirtieron prácticamente en ejércitos privados del cacique en turno. El federalismo representaba el mejor sistema político hasta ahora conocido en las provincias las cuales habían probado la libertad y no estaban dispuestas cambiarla por ninguna imposición sino al contrario querían más libertades y mayor autonomía para conservarlas.
Al primer presidente de México Guadalupe Victoria, del 10 de octubre de 1824 al 31 de marzo de 1829, no solo le tocó inaugurar la presidencia y gobernar una república de tipo federalista por primera vez en México, sino también, enfrentó el primer golpe de estado. En diciembre de 1827 el vice presidente Nicolas Bravo, gran maestro del Rito Escoses, lidereó la primera rebelión armada contra un presidente electo. Este hecho estableció un trágico precedente, la perdida de fe en el estado de derecho y el uso de la violencia para conseguir el poder político. Para la siguiente elección Manuel Gómez Pedraza compite contra Vicente Guerrero, quien se logra imponer, del 1 de abril de 1829 al 17 de diciembre de 1829, pero es depuesto más tarde por Anastasio Bustamante, del 1 de enero de 1830 al 13 de agosto de 1832, quien a la vez será removido por el dúo de Valentín Gomes Farias, del 1 de abril de 1833 al 24 de abril de 1834, y Antonio López de Santa Anna, del 24 de abril de 1833 al 28 de enero de 1835, el cual apoyado por los conservadores centralistas revierte las reformas liberales y pone fin a la Republica Federalista Esta traición de Santa Anna hacia los liberales marcaria el comienzo de los grandes males que padecería la nación, la mayoría de los estados rechazarían el Sistema Centralista de gobierno.
Al llegar al poder por primera vez Santa Anna, inaugura una inusual forma de hacer política; pedía permiso para ausentarse y dejaba a su hombre de confianza encargado del poder ejecutivo. A Santa Ana le gustaba el poder, pero no le agradaba encerrarse en palacio nacional y lidiar con los problemas del país. Si el encargado gobernaba sin contratiempos Santa Anna prolongaba su ausencia en su hacienda apostando a los gallos; pero sí le salían mal las cosas, Santa Anna regresaba lo retiraba del cargo y acababa siendo el salvador de momento.
En 1833 Valentín Gomes Farias, un liberal radical se encargaría de la presidencia en su ausencia, implantaría una serie de reformas radicales conocidas como la ?Primera Reforma?, que afectaría al clero, los conservadores y los militares. Gómez Farias secularizo las misiones de California, organizo el proyecto ?Hijar-Padres?, para poblar California, envió a Juan Nepomuceno Almonte, para levantar un reporte sobre la situación en Tejas, redujo el tamaño del ejército y les quito los fueros. Cuando el clero y las centralitas estaban a punto de rebelarse, Santa Anna regresó para evitar el conflicto y exilió a Gómez Farias, tomó control del congreso y derogó la Constitución de 1824. Para mediados de 1835, los conservadores forman un congreso Constituyente para hacer una nueva constitución y el 30 de diciembre se promulgan las Siete Leyes constitucionales.
1. La primera ley se refería a los derechos y deberes de los ciudadanos y establecía la obligación de la religión católica.
2. La segunda, creó el Supremo Poder Conservador el cual podía declarar la incapacidad física o moral de cualquiera de los tres poderes de la República (ejecutivo, legislativo y judicial).
3. Las 3a. 4a. y 5a leyes organizaban los poderes de la Unión, fijando los procedimientos de su elección y sus atribuciones.
4. La sexta ley establecía la división del territorio en Departamentos, y la supresión de legislaturas locales, las cuales serían sustituidas por juntas departamentales.
5. La séptima ley señalaba que por ningún motivo las leyes constitucionales podían ser modificadas durante un espacio de tres años.
Estas nuevas leyes le daban todo poder a un cuarto poder, El Supremo Poder Conservador. Los Estados, ahora departamentos, ya no podían escoger a sus gobernadores; tampoco tenían autonomía para hacer sus propias leyes, además deberían que contribuir con más dinero al gobierno central y no podían levantar su propia milicia; esto traería consecuencias devastadoras al dejar vulnerables a los estados fronterizos contra los ataques de los comanches y apaches. Los estados acostumbrados a su independencia y autonomía se inconforman y varios se revelan y amagan con salirse de la Unión, hasta que no se reinstaure la Constitución de 1824, y se restablezca el pacto federal. Sonora, Nuevo México, Alta California, Zacatecas y Tejas, se levantan contra el gobierno Central pero solo la rebelión de Tejas acabaría en total secesión de la República Mexicana. Santa Anna invadió y saqueó Zacatecas en mayo de 1835, y se sofocaron las rebeliones de Nuevo México y Sonora, pero se negoció con los californios y se aceptó aun gobernador federalista. Con Tejas quiso poner un ejemplo y con mano de hierro quiso sofocar la rebelión, pero todo le salió mal, perdió la guerra, permitió la independencia de Texas y dejó el camino abierto para la invasión estadounidense.
Después de la humillante derrota Santa Anna se encierra en su hacienda a esperar el momento de regresar a la escena nacional. El siguiente presidente Anastasio Bustamante, conservador centralista, no era muy brillante; el país seguía sumido en las disputas internas y externas. Francia provocaría la famosa Guerra de los Pasteles en abril de 1838. Santa Anna ve su oportunidad y se apunta para pelear contra la primera invasión francesa. Por accidente pierde una pierna en la batalla y se convierte en héroe nacional. En 1839 regresa brevemente como presidente interino supliendo a Anastasio Bustamante quien salió a otra campaña para erradicar a los focos federalistas. En 1840 Valentín Gómez Farias reaparece en una revuelta violenta Contra Bustamante, para restablecer el federalismo, pero es derrotado y exiliado. En agosto de 1841, el general Mariano Paredes y Arrillaga se revela contra Bustamante; Santa Anna y el general Gabriel Valencia se le unen y lo derrocan.
1842 Santa Anna es elegido como presidente provisional y convoca elecciones con voto universal sin requisito de saber escribir, tener propiedades o ganar cierta cantidad de dinero. La mayoría voto por el federalismo, el nuevo congreso liberal se instaló y comenzó a escribir una nueva constitución, la más liberal que México había visto. Además del federalismo, el borrador de la nueva constitución incluía tolerancia religiosa, fin a los privilegios de unos cuantos, voto universal para los hombres, educación publica gratuita y garantía para los derechos civiles. Los centralistas reaccionaron rápido, Santa Anna se cambia de bando traiciona otra vez a los federalistas y envía al ejército para disolver al congreso y lo reemplaza con un comité de personas adineradas y conservadoras, Honorable Junta Legislativa. Esta junta de notables escribe las Bases Orgánicas, una nueva constitución más conservadora y centralista que las Siete Leyes.
Esta radicalización del centralismo produjo más conflictos con los estados que reclamaban el regreso al federalismo. El enero de 1841 un grupo de representantes de los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas se reúnen para fundar la Republica del Rio Grande. La nueva república federalista no recibe apoyo de las legislaturas estatales, al contrario, son denunciados ante el gobierno central. Los líderes piden apoyo a la Republica de Texas, pero los texanos no se quisieron meter en más problemas con México, y le negaron la ayuda. En Noviembre Antonio Canales, comandante en jefe del ejército rebelde, acepta firmar la paz y el general Mariano Arista lo nombra general brigadier del ejército mexicano.
La rebelión del estado de tabasco empezó desde 1839 y la ganaron los federalistas en enero de 1841, al derrocar al gobernador centralista, José Ignacio Gutiérrez. El gobierno central responde bloqueando los puertos del estado y en febrero los rebeldes deciden separarse de México, hasta que no se restaure el gobierno federal. En diciembre de 1842, Tabasco se reincorpora a la Unión, para volverse a separar por un par de meses a finales de 1846, debido a la nula ayuda del gobierno central durante los ataques estadounidenses a los puertos de Tabasco.
En Yucatán la rebelión contra el centralismo empezó desde 1839 y para marzo de 1841, se declara su separación de la Unión, hasta que no se restablezca el gobierno federal y la Constitución de 1824. Santa Anna manda a reprimir la rebelión, pero es derrotado su ejército. El gobierno Yucateco había armado a los indios mayas prometiéndoles beneficios si se conseguía la independencia y soberanía del estado. Pero Los criollos yucatecos no cumplieron su palabra, y el 30 de julio de 1847, los mayas se rebelan tras siglos de abusos, racismo y discriminación en un largo y sangriento conflicto conocido como ?La Guerra de Castas?. Yucatán pediría ayuda al gobierno central, pero México estaba invadido por los estadounidenses. Después le pedirían ayuda a Texas, a Estados Unidos, a Inglaterra, y hasta España, pues los mayas los estaban derrotando y temían ser exterminados; ningún país quiso intervenir. Tras la firma del tratado de Guadalupe-Hidalgo y el retiro de las tropas estadounidenses de México, Yucatán se reincorpora a la República Mexicana. Estados unidos le pagó a México por ceder los territorios del norte con armas y en efectivo; estas sirvieron para armar un ejército y pacificar Yucatán, subyugando a los mayas.
En todos estos años el gobierno central no pudo recuperar Texas, se hicieron un par de intentos, pero nunca se pudo armar a un ejército capaz de derrotar a los texanos. Las guerras internas y los conflictos causados por la imposición del centralismo evitaban la unión del país en una causa común. La solución era el restablecimiento del federalismo y la Constitución de 1824. En diciembre de 1844 Santa Anna, que estaba actuando como dictador, es derrocado por el general Mariano Paredes Y Arrillaga. Joaquín de Herrera, un liberal moderado, es elegido presidente de México, el cual tuvo la oportunidad de cambiar el sistema de gobierno, pero optó por continuar con el gobierno centralista, aun sabiendo que Estados Unidos estaba a punto de anexar Texas y la guerra con su vecino sería inevitable. Él pudo haber restablecido el federalismo y unificar al país y sanar las heridas dejadas por la imposición del centralismo. Herrera quiso buscar la paz y evitar la guerra a toda costa al grado que sería acusado de traidor. Por presiones y para disipar dudas en diciembre de 1845 ordena al general Mariano Paredes y Arrillaga, con sus seis mil hombres estacionados en San Luis Potosí, que fuera a reforzar la plaza de Matamoros, la cual estaba siendo amenazada por el ejército de Zachary Taylor. Arrillaga, conservador con tendencias monarquistas, en vez de reforzar la plaza y planear su defensa decide marchar a la capital y dar un golpe de estado contra Herrera.
El año de 1846, empieza con la auto proclamación de Mariano Paredes y Arrillaga como presidente. Su apuesta era que viniera un príncipe europeo a gobernar México, y con su ayuda económica, política y militar, enfrentar a los Estados Unidos. La mayoría de la elite criolla optaba por una república, ya fuera centralista o federalista, pero no, por sistema monárquico, aunque este fuera parlamentario. Paredes y Arrillaga tuvo que desistir de buscar ayuda en el exterior y se enfocó en la disputa con el vecino del Norte. Mandó refuerzos, pero hizo una serie de cambios en la cadena de mandos que probarían ser desastrosos para el comienzo de la guerra. El 8 y 9 de mayo el ejército mexicano es derrotado en Palo Alto y Resaca de la Palma respectivamente. En Julio se pierde el Norte de la Alta California. Los federalistas radicales llamados los ?Puros?, lidereados por el incansable Valentín Gómez Farias, se levantan contra Paredes; el general José Mariano Salas los apoya en la ciudad de México y más tarde la mayoría del ejército se une y Paredes es arrestado. El 22 de agosto se restablece la Constitución de 1824; comienza la segunda república federalista. La noticia y el cambio de sistema llegaron tarde, en plena guerra no hubo tiempo de restaurar la unión y limar las asperezas con los estados que se habían salido de la unión, y a los cuales se les hacia la guerra y demás injusticias. Había mucha desconfianza en el nuevo gobierno y todo se empeoro cuando se supo que Santa Anna estaba de regreso en México para dirigir una vez al país.
Este fue el estado en que los estadounidenses encontraron a México, al comenzar la Guerra en 1846. Un país racialmente dividido, socialmente descompuesto, geográficamente fracturado, políticamente enfrentado y en total banca rota. En casi once años de centralismo, el país tuvo levantamientos armados, golpes de estado, rebeliones de gobernadores, secciones de estados, perdida de Texas, guerra con Francia, invasión estadounidense y mutilación del Norte de México, solo por mencionar los más destacados. La oposición solo pedía dos cosas; restablecimiento del gobierno federal y de la constitución de 1824, durante toda una década solo se pedían estos dos requisitos para alcanzar la paz, la civilidad y la gobernabilidad. Los conservadores centralistas solo endurecían su posición, aunque el país se estuviera desmoronando. Su imposición pavimentó el camino para que los estadounidenses invadieran México con facilidad y sin mucha resistencia.
Miguel Ángel De Los Santos
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