Difícil se antoja, la misión imposible de recuperar, no solo La Guelaguetza, sino el valor cultural del turismo en Oaxaca. Porque estamos hablando de la dignificación de las culturas populares e indígenas. Estamos, tal vez, en la última oportunidad de revertir estos excesos, abusos e ignorancia, y devolver al pueblo de Oaxaca, lo que siempre fue su orgullo y su identidad. El turismo en Oaxaca se ha comercializado a tal punto, que lo original, la esencial, lo propio-nuestro, casi se ha perdido. Se ha masificado un turismo baratón, que viene a comprar chucherías, a embriagarse y a buscar ofertas para CONSUMIR CULTURA POPULACHERA.
Difícil se antoja, la misión imposible de recuperar, no solo La Guelaguetza, sino el valor cultural del turismo en Oaxaca. Porque estamos hablando de la dignificación de las culturas populares e indígenas. Estamos, tal vez, en la última oportunidad de revertir estos excesos, abusos e ignorancia, y devolver al pueblo de Oaxaca, lo que siempre fue su orgullo y su identidad. El turismo en Oaxaca se ha comercializado a tal punto, que lo original, la esencial, lo propio-nuestro, casi se ha perdido. Se ha masificado un turismo baratón, que viene a comprar chucherías, a embriagarse y a buscar ofertas para CONSUMIR CULTURA POPULACHERA.