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Rechazan instalación de generadora de energía con basura en Tizayuca

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Foto Santuario de aves El Manantial, ubicado en la localidad de Tepojaco, municipio de Tizayuca, Hidalgo. A escasos kilómetros se proyecta instalar la planta tratadora de basuraFoto Juan Ricardo Montoya
Contaminaría aire, tierra, acuíferos y un santuario de aves migratorias, advierten vecinos
La planta que pretende instalar Valorsum surtiría a CFE; temen que favorezca a TrasnCanadá
Juan Ricardo Montoya  Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 30 de octubre de 2016, Tizayuca, Hgo.

Vecinos de seis localidades del municipio de Tizayuca se oponen a la instalación en Tepojaco de una planta destinada a tratar 2 mil toneladas diarias de basura provenientes de la Ciudad de México y zona conurbada para la generación de energía eléctrica, ante la posibilidad de contaminación del aire, tierra y el manto acuífero 1508, así como de un santuario de aves migratorias, por la incineración de desperdicios.

Valorsum SA de CV es la empresa que pretende construir la planta a unos metros de la llamada Cuenca Lechera y la colocación de la primera piedra “se hizo casi a escondidas, con la presencia del entonces gobernador Francisco Olvera, el 12 de agosto pasado, sin que antes hubiera consulta ciudadana”, denunció Edume Hernández, integrante del Frente Ciudadano de Tizayuca (FCT).

Interrogado sobre por qué no se ha hecho la consulta, Federico Vera Copca, delegado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), dijo que “no es una norma. Basta con que la empresa cumpla con todos los ordenamientos”. Reconoció que la dependencia inicialmente había negado el permiso de cambio de uso de suelo “porque el polígono se ubica fuera de la zona industrial”.

Explicó que el predio donde se pretende instalar la procesado- ra forma parte de un terreno des- tinado a la ampliación de la zona industrial. No obstante, los lineamientos del Ordenamiento Pachuca-Tizayuca establecían que a partir de 2025 el polígono podía ser utilizado para la instalación de naves industriales. “Por eso de manera inicial la Semarnat negó el permiso de cambio de uso de suelo”.

No obstante, Vera aseguró que a solicitud del entonces alcalde Juan Núñez Perea, en 2014 el gobierno de Hidalgo adelantó las fechas para la ampliación de la zona industrial, por lo que Semarnat dio el permiso en agosto de este año.

Reveló que la planta tiene por finalidad generar energía eléctrica para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo cual nunca les fue informado a los del FCT. “Se nos dijo que era para surtir electricidad a las casas y demás inmuebles que hay en Tepojaco, no para la CFE”, explicó Edume Hernández, quien dijo temer que “sea para dar servicio a los sistemas de bombeo de gas natural de TransCanadá, cuyos gasoductos pasarán también por Tepojaco”.

Según la activista, el 9 de agosto pasado el párroco de Tepojaco, Osvaldo Martínez Roldán, convocó a los feligreses a un foro, en el cual representantes de Valorsum presentarían el proyecto.

Allí sólo se expusieron las presuntas ventajas y beneficios del proyecto: la planta funcionará con vapor para dar solución a los problemas de disposición final de residuos sólidos urbanos procedentes de Tizayuca, Tula y Pachuca, Hidalgo; Tecámac, estado de México, y Ciudad de México, así como el alto gasto en servicio de energía eléctrica para el alumbrado público de los municipios cercanos a Tizayuca.

“Pero no se habló de cuánta agua se iba a gastar para el proceso de generación ni mucho menos de dónde iba a salir, además del impacto negativo a la ecología”.

Ante esta situación, los vecinos conformaron el FCT y convocaron a reuniones informativas a fin de exigir a la empresa Valorsum y a las autoridades municipales y estatales la realización de una consulta pública a los más de 5 mil habitantes de las localidades de Tepojaco, El Chopo, El Mogote, La Posta, El Manantial y Huitzila, previa celebración de mesas informativas sobre el proyecto.

El 9 de septiembre se llevó a cabo una reunión en el atrio de la iglesia de Tepojaco entre pobladores de esas localidades y representantes de Valorsum, uno de ellos Alfredo Zesati, gerente de operaciones, quienes fueron fuertemente cuestionados por integrantes del FCT, explicó Hernández.

Uno de los puntos más polémicos fue el de la utilización de agua proveniente del manto freático 1508 Cuautitlán-Pachuca, parte del cual se encuentra en el subsuelo de Tizayuca.


“En el contrato para la generación de energía se estipula que el órgano operador de agua de Tizayuca se compromete a dar a Valorsum la dotación que se requiere para el proceso de tratamiento de basura, así como el drenaje y alcantarillado”, continuó Edume Hernández.

La activista recordó que “en 2002 la Conagua (Comisión Nacional del Agua) emitió un dictamen en el que se establecía que no era viable la construcción del nuevo aeropuerto en Tizayuca precisamente por las afectaciones que habría en el manto freático 1508”.

En la reunión también “nos presentaron un dictamen de viabilidad del proyecto realizado por esa dependencia (Semarnat) en el que, sin embargo, se especifica que no debe tomarse como una autorización para el proyecto”, aclaró.

“En esa reunión nos enteramos de que en 2015 la alcaldía de Tizayuca, a cargo de Juan Núñez Perea, ya había entregado a Valorsum los permisos de construcción y de uso de suelo sin informar a la población sobre el proyecto”.

En 2015, agregó Hernández, el Senado emitió un exhorto a la Conagua para realizar acciones pertinentes para el rescate de la presa El Manantial, al considerar que es un santuario de aves migratorias y está a escasos 500 metros del predio donde se pretende instalar la planta. Los representantes de Valorsum reconocieron que no conocían el exhorto, aseveró Edume Hernández.

En un recorrido realizado por La Jornada se constató que esa presa sirve de punto de procreación de garzas, pelícanos, patos y otras aves.

Al final, el FCT y Valorsum acordaron hacer otra reunión para el 14 de agosto; pero dos días antes el entonces gobernador Francisco Olvera, Rafael Pacchiano Alamán, titular de Semarnat, y el ahora ex alcalde de Tizayuca Juan Núñez Perea acudieron a poner la primera piedra de la planta y anunciar su construcción.

“Algunos integrantes del FCT logramos burlar a los guaruras y llegar con Pacchiano, a quien entregamos un oficio avalado por Tepojaco y cinco comunidades más, donde le externamos nuestra inconformidad. El funcionario se limitó a decirnos que se iba a atender, sin que aún haya una respuesta a nuestra demanda de que se realice una consulta pública sobre el proyecto”.

Además de la presa El Manantial, en las inmediaciones del predio donde se pretende construir la planta se encuentran los establos y procesadoras de la Cuenca Lechera, así como las plantas industriales de refrescos Pascual Boing y de frituras Totis.

Amparos del FCT

Ante ello, el FCT interpuso amparos ante la justicia federal y solicitó la intervención de organizaciones ecologistas para frenar el proyecto, pues “atenta no sólo contra quienes vivimos en Tizayuca, sino incluso en la Ciudad de México”.

A fin de conocer la postura de Valorsum, La Jornada solicitó una entrevista con Alfredo Zesati, gerente de operaciones de la empresa. Mediante un colaborador, el directivo pidió el cuestionario con las preguntas al correo contacto@valorsum.com el pasado 21 de octubre. Al cierre de edición no se ha recibido ninguna contestación.

Lo mismo ocurrió con la delegada de Conagua, María Guadalupe Villeda Amador, cuyo director de prensa, Luis García, pidió el envío del cuestionario a su correo. A más de una semana tampoco hay respuesta.

Gabriel García Rojas, edil de Tizayuca, explicó que si bien la infraestructura de la planta “es vieja y viene de Chicago, es un proyecto único en América Látina”. Reconoció que “usarán mucha agua”, para lo cual “tenemos tratadoras de líquido residual”. Pero para la activista Edume Hernández, “el uso de infraestructura usada nos debe poner en alerta de cómo se hará el proceso de generación de energía”.

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