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HIEROFANIAS DEL ANÁHUAC 4/4

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HIEROFANIAS DEL ANÁHUAC  4/4
La riqueza cultural, nuestro mayor Patrimonio Cultural, no está en las ?ruinas materiales? de las llamadas zonas arqueológicas, ni en los ?tesoros? que están guardados en los museos de todo el mundo. El gran logro cultural de nuestra civilización Madre se encuentra depositado en el corazón de cada uno de los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos. El Tesoro esta dado en ?flores y cantos? que viven en nuestro ?Ser espiritual?. En los sentimientos y en los pensamientos que como flores y cantos pueden ayudarnos a trascender este precario y caótico mundo material en el que ahora vivimos.

Es de esta forma que la TOLTECÁYOTL se nos revela como el potencial cultural más importante que hemos heredado de nuestros antepasados. La sabiduría sistematizada sobre la fuerza del Espíritu que está agazapada en el mundo cotidiano, en la llamada Cultura Popular, en los valores y principios de la educación familiar. Esta milenaria sabiduría, que vive refugiada en las tradiciones, fiestas, usos y costumbres, es la que nos sigue dando ?un rostro propio y un corazón verdadero? y es la que nos puede conducir a la liberación del oscuro, grotesco y deshumanizado mundo material en el que hemos caído estos últimos cinco siglos.

HIEROFANIAS DEL ANÁHUAC  4/4




Hasta ahora los investigadores solo han hecho arqueología e historia del mundo material y profano del México antiguo. Son tiempos en que los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos hagamos arqueología del espíritu e iniciemos la reconstrucción de la historia sagrada del Anáhuac.



Es necesario investigar, reordenar la información y crear nuevos conocimientos a partir de acercarse a las manifestaciones de lo sagrado y de lo divino que nuestros Viejos Abuelos nos dejaron, no solo en vestigios materiales, sino también en símbolos, mitos, ritos, tradiciones, leyendas, fiestas, usos y costumbres. Tanto en el Patrimonio Cultural tangible como en el intangible. Tenemos que entender que somos una sola civilización que sigue manteniendo su permanente y necesaria continuidad a lo largo de ocho milenios.


La pérdida de la menoría histórica por los procesos de colonización es solo superficial y muy temporal. La esencia sagrada de nuestra civilización, sus valores y principios siguen vivos y vigentes en cada uno de los individuos, familias y pueblos que la conforman. El colonizador nos ha tratado de hacer pensar que no existe ninguna conexión entre los Viejos Abuelos y los mexicanos contemporáneos. Que el pasado indígena esta total e irremediablemente perdido y extinto. Pero indudablemente seguimos siendo la misma civilización, solo que ahora potencialmente más enriquecida por cinco siglos de apropiaciones e intercambios culturales con otros pueblos del mundo.

Nuestra potencial cultural seguirá latente hasta el momento que tomemos plena conciencia de nuestra riqueza espiritual, a partir de recuperar la memoria histórica.



El legado más valioso que poseemos de los Viejos Abuelos indiscutiblemente es la espiritualidad y el misticismo con el que interpretamos el mundo y la vida. Esta visión sagrada y divina se encuentra atesorada en la TOLTECÁYOTL y representan las hierofanías del Anáhuac. Educayotl AC.




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