Durante mi vida de estudiante en la UNAM, desde prepa hasta la facultad juegue futbol americano. Durante más de siete años, vi a varios compañeros, después de un fuerte golpe, quedar amnésicos. Los coaches de inmediato mandaban al compañero, que era el más cercano, para que se lo llevara a platicar para recordarle quién era y qué hacía, para ayudarlo recordar. Alguna vez me tocó hacerlo con un compañero llamado Lozano. Nunca he podido olvidar la sensación que me trasmitió esa experiencia. Las personas en estado amnésico, tienen conciencia de ser, nada más que no saben quiénes son. Los amnésicos saben hablar y tienen noción de las cosas, pero el punto es, que no saben quiénes son, en dónde están, qué hacen y por qué lo hacen. La sensación que tienen es de miedo, desconfianza, y de mucha inseguridad. Aquella vez con Lozano estuve platicando con él más de una hora. Poco a poco, Lozano iba recordando, se acababa la desconfianza y el miedo, casi al final, ya me decía ?verdad Marín que??, lo que implicaba que iba ?armando los recuerdos?. Perder la memoria es un hecho muy violento, porque una persona, una familia o un pueblo entero, sin memoria, solo son zombis sin autodeterminación, solo hacen lo que les ordenan. Se les despoja de la conciencia, la autodeterminación y la dignidad.
El imperio español invadió el Anáhuac por mandato y protección de la corona española y el Vaticano. Todas las expediciones, desde las de Colón hasta las de Iberdrola, han sido realizadas por la iniciativa privada, el continente Abyanáhuac, ha sido, a lo largo de cinco siglos, no solo el detonante de la economía capitalista, sino un alancen de materia prima y mano de obra regalada.
Los invasores del siglo XVI, eran financiados por inversionistas que ponían en especie, desde barcos, armas, hasta comida, hombres o esclavos. La mayoría eran buscadores de fortuna, verdaderos delincuentes con el permiso legal de la corona y con el perdón celestial del Vaticano, para venir a cometer las atrocidades más inhumanas, de las que dio cuenta Fray Antonio de Montesinos, con su célebre sermón o Fray Bartolomé de las Casas con su libro ?Brevísima relación de la destrucción de las Indias?.
En las expediciones no existieron soldados, la corona lo único que daba era el permiso con un costo del 20% de lo robado. Este permiso se otorgaba a partir de relaciones, como en el caso de Diego Velázquez, que tenía un cabildero en la corte. Los permisos eran diversos, había para ?rescatar?, es decir, solo robar. También para conquistar y fundar, que era más costoso. Diego Velázquez a su vez negociaba el permiso o la franquicia con un inversionista al que llamaban ?Capitán? de la expedición, no por ser militar, sino por ser el dueño de la franquicia, con un porcentaje para él, y éste, con otros.
En el caso de la tercera expedición al Anáhuac, porque las dos anteriores, la de Francisco Hernández de Córdoba 1517 y Juan de Grijalva 1518, fueron derrotadas y rechazadas, Cortés aceptó el alto costo de la franquicia, porque tenía planeado traicionar al gobernador de Cuba y hacer trato directo con la corona.
Cortés era un leguleyo, porque había estudiado en la universidad de Salamanca dos años derecho, pero fue expulsado por burro. Pero ?el tuerto entre los ciegos es rey?. De los 550 expedicionarios, solo tres sabían leer y escribir, y ninguno se llamaba Bernal Díaz del Castillo. Pizarro, otro extremeño era analfabeta. En cambio, en el Anáhuac, por siglos, todos los anahuacas tenían que ir a la escuela obligatoriamente por lo menos al telpochcalli y al Ilpochcalli.
En los tres siglos de Colonia, los españoles se dedicaron a explotar a los anahuacas, expoliar sus recursos naturales y robarle a la corona. Razón por la cual, no les interesó destruir a fondo las culturas de la civilización del Anáhuac, a ellos les interesaba la riqueza. Para 1800, en el virreinato, el 83% de la población eran anahuacas monolingües y analfabetos, que seguían viviendo en sus culturas, explotados sí, pero en su universo guardando las apariencias en el ?sí, pero no?. A partir de la creación de la SEP en 1921, que tiene como meta objetivo acabar con las lenguas y culturas anahuacas, y formar trabajadores y obreros para enviarlos a las ciudades como mano de obra barata, a cien años, lo que no pudieron hacer los españoles en tres siglos de Colonia, lo hicieron los criollos con la SEP, actualmente el INEGI afirma que solo el 6% de la población habla una lengua anahuaca.
El Estado mexica-mexicano, trata de hacer creer que la presencia de la civilización ancestral del Anáhuac, está solo en aquellas personas que hablan una lengua Madre. Pero la realidad nos dice lo contrario. Muchas comunidades anahuacas han perdido la lengua Madre, pero siguen siendo de cultura anahuaca. Y aún, los pueblos mal llamados mestizos, porque el concepto de mestizo, es una categoría colonizadora, son anahuacas desmemoriados bajo la estrategia gubernamental de dejarlos amnésicos.
El Estado mexicano, creado por los criollos en 1824, ha tratado de borrar la memoria histórica y la identidad cultural del pueblo, que, mayoritariamente es descendiente cultural del Anáhuac. Ellos crean un mítico e inexistente país llamado indebidamente México, porque esta tierra ha sido y será Anáhuac. A millones de seres humanos los han violentado para que dejen de hablar sus lenguas milenarias, abandonen sus tradiciones, fiestas y costumbres, pero, sobre todo, que pierdan los hábitos de vida sustentados en los valores y principios de una milenaria civilización.
Por el violento e hipócrita sistema racista y clasista, tienen que dejar de ser ?indios? y convertirse en ?mestizos, mexicanos, mexicas?, para poder acceder, limitadamente, a mejores oportunidades en el trabajo, el estudio y el bienestar. El Estado mexicano aplica una intensa política para que el pueblo pierda su memoria y su identidad cultural ancestral y deje de ser anahuaca y se convierta en mestizo-mexicano-moderno, con una sola lengua, una sola cultura, una sola identidad. Esto es un crimen de lesa humanidad, porque en el subconsciente colectivo el pueblo sigue siendo anahuaca, lo que lo lleva a un estado de frustración e impotencia, dejándolo con conductas erráticas y esquizoides.
Cuando el pueblo recupere plenamente su memoria histórica y su identidad cultural ancestral, dejará de ser explotado, manipulado y humillado. Dejará de ser pobre y explotado. Tendrá dignidad y auto estima. Las civilizaciones milenarias, como China, pueden hacer esto, porque recurren a su banco genético de información cultural. Casualmente los poderosos en este país son extranjeros, ellos si saben esto y procuran de mil formas que el pueblo no se dé cuenta.
Educayotl AC. Descolonizar es dignificar.