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EN ESTOS CINCO SIGLOS DE COLONIZACIÓN? Repensar la historia

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EN ESTOS CINCO SIGLOS DE COLONIZACIÓN?
<br>Repensar la historia
Desde las Cartas de Relación escritos por Hernán Cortés, hasta los libros de texto, al pueblo le han ocultado la verdad sobre lo que sucedió entre 1519 y 1521, a lo que colonizadamente llaman los hispanistas ?La Conquista de México?, porque en este tiempo no existía el país equivocadamente llamado México, el cual se crea hasta 1824.

La corona española desde un inicio, supo de las mentiras, delitos y crímenes de Cortés, pero por el prestigio que en ese momento representaba Cortés para España en aquel mundo europeo, se mantuvo el mito que un puñado de europeos conquisto un poderoso imperio y que hizo caer a la gran ciudad de México-Tenochtitlán. Sin embargo, los dos juicios de residencia que le imputaron a Cortés, quedan como testigos de sus felonías, aunque totalmente encubiertos por los historiadores hispanistas.
Mantener el mito y las fantasías, que siglo tras siglo se han ideo aumentando, es parte de la estrategia para someter a los pueblos invadidos, porque la verdad, la invasión se ha venido manteniendo, intensificándose y logrando mayor explotación humana, depredación de los recursos naturales y destrucción del medio ambiente.

Este mito de ?La Conquista de México?, es parte del aparato ideológico del Estado mexicano, neocolonial de ideología criolla, que sigue estando en manos de extranjeros avecindados que han mantenido el poder económico y político en estos cinco años.

La fórmula para lograrlo, ha sido la aplicación sistemática y rigurosa de los tres mitos y las cinco estrategias de colonización, para lograr que los invadidos-ocupados-colonizados, no posean memoria histórica e identidad cultural ancestral, para que no sepan quienes son y asuman su papel de colonizado-colonizador, tratando de igualarse con sus opresores, sean españoles, franceses o gringos.
Los mitos son: Los descubiertos no son seres humanos (lo afirmó Cristóbal Colón). Los descubiertos son peligrosos, violentos y caníbales. Los descubiertos son demoniacos e idólatras.

EN ESTOS CINCO SIGLOS DE COLONIZACIÓN?
<br>Repensar la historia




Las estrategias de dominación colonial son: Quitarles sus lenguas para dejarlos mudos. Quitarles su memoria histórica para dejarlos amnésicos. Quitarles sus conocimientos para dejarlos incapaces de transformar su realidad. Quitarles los espacios comunitarios y sagrados para dejarlos sin raíz. Quitarles su espiritualidad para dominarlos y someterlos con la religión del colonizador.
El mexicano moderno, no sabe más de su pasado, (ni el inmediato y más aún el ancestral), que el que la SEP le enseñó. El INAH, las universidades, los medios masivos de información, las televisoras y radios comerciales, los intelectuales, investigadores y artistas, están consciente o inconscientemente, al servicio de la neocolonización ideológica, cultural y espiritual. A diferencia del pueblo chino o indio, tan antiguos como el nuestro, los mal llamados mexicanos, porque no son mexicas, no están conectados con su pasado ancestral. Para ellos, Cortés es un héroe civilizador que rescató a lo indígenas de un mundo caótico, sangriento y primitivo, en el que vivían esclavizados por los aztecas, como lo afirmó Octavio Paz, en su ensayo, Vislumbres de la India.

La versión histórica oficial, se basa científicamente, en lo que han llamado Las Fuentes Históricas, es decir, los escritos del inicio del siglo XVI, realizados por facinerosos de espada, fanáticos de la cruz, e indígenas conversos, que, con sus escritos de una supuesta nobleza indígena, pretendía recibir de la corona un trato más elevado que sus desgraciados hermanos. Con un poco de sentido común y un pensamiento crítico, no se pueden tomar esas mentiras escritas con parcialidad e intereses personales, como una verdad histórica. Pueden ser, puntos de referencia, especialmente, para entender la limitada mentalidad del siglo XVI, de los que intervinieron en un hecho que no fue una acción humanista, científica o de beneficencia.

Por el contrario, la invasión del Anáhuac, marca el inicio de la expansión voraz de Europa sobre todo el planeta hasta nuestros días. Que siendo una península del continente Euroasiáticoafricano, que estaba en un estado de pobreza atroz y de atraso cultural, se enriqueció material y culturalmente a partir de la explotación de los seres humanos y la depredación de sus recursos naturales, así como, del saqueo epistémico, para asumirlo como propio, y por supuesto, su destrucción para mantener el mito del primitivo y salvaje nuevo conteniente. El caótico mundo en el que hoy vivimos, inicia con la colonización del Continente Abyanáhuac, para continuar como capitalismo, neoliberalismo y globalización. El saqueo, despojo y violencia que ejercen las empresas trasnacionales y financieras sobre los pueblos del mundo, justamente nacen con la invasión de los europeos al Anáhuac desde 1492. Necesitamos esclarecer los hechos para conocer la verdad y evitar que se siga repitiendo. Se necesita conocer la verdad, como un valor humano y de dignidad existencial.

Hernán Cortés llegó al Anáhuac en calidad de prófugo de la ley de Cuba. Había traicionado al gobernador Diego Velázquez, quien le transfirió, a un alto porcentaje de lo robado, el permiso para rescatar oro, es decir, Cortés no tenía la autorización de la corona española para fundar y colonizar. Desde el primer viaje de Colón, la corona no invirtió un centavo en la invasión, debemos ser claros, la invasión desde el inicio hasta nuestros días, es obra de la iniciativa privada. Estos permisos los otorgaba la corona a un porcentaje muy alto y sin financiamiento real. La corona exigía un 20% de lo robado, al que llamaban con eufemismo El Quinto Real.

Diego Velázquez ya había enviado dos expediciones anteriores y las dos fueron derrotadas y expulsadas. La de Francisco Hernández de Córdoba en 1517 y la de Juan de Grijalva en 1518. La tercera fue la de Cortés, que estuvo recaudando más participantes e inversionistas antes de salir, pero como fue descubierta la futura traición, tuvo que adelantar la partida porque el gobernador mandó tomar preso a Cortés, saliendo prófugo, lo que inició las rivalidades, insubordinaciones y crímenes que se dieron al interior de la expedición, porque una parte estaba a favor de Diego Velázquez y la legalidad de la expedición, por lo que pretendían regresar a Cuba , entregar al delincuente y que el gobernador, nombrara a un nuevo capitán.

Esta es la razón por la que Cortés, en una noche, y sin que se dieran cuenta los del bando contrario, mando barrenar las naves (hacerles agujeros), para que no hubiera regreso posible a Cuba. No existió la famosa quema de naves, porque si lo hubiera hecho, los contrarios habían sofocado el incendio. A la mañana siguiente las naves estaban hundidas, así comenzó la lucha de Cortés contra parte de los hombres de su expedición, que, en algún momento, trataron de asesinarlo, por lo que Cortés, a partir del intento de asesinato, siempre tuvo una guardia personal.

Cabe mencionar que los seudo historiadores, siempre se refieren a los hombres de Cortés, como los soldados, pero en Europa, durante la Edad Media, no existían los ejércitos que desaparecieron con el Imperio Romano, existían Tercios, que eran grupos de mercenarios, sin estructura militar, armas reglamentarias, uniformes y paga, que estaban al servicio pagado de los señores feudales y reyes. Los hombres que acompañaron a Cortés, eran aventureros ambiciosos, delincuentes y oportunistas. Debe decirse, que, en la expedición, cada quien pagaba sus armas y curaciones. Todo era negocio.

Otro dato importante que debe tenerse en cuenta, para comprender y dimensionar los hechos, es que la invasión europea comenzó el 12 de octubre de 1492. Cristóbal Colón y sus dos hijos iniciaron un exterminio total de los habitantes mayas de las islas del caribe. En efecto, los historiadores hispanistas, han escondido el origen maya de los pueblos que habitaban las islas. Pertenecientes la cultura maya eran todos los pueblos que habitaban las islas, porque el Caribe, es parte de la zona de influencia de la cultura maya. Existía un puente ancestral de comunicación marítima entre el Anáhuac y el Tawantinsuyu. Colón en su diario relata haberse encontrado en alta mar con cayucos mayas con 80 remeros. Así como hoy en Chiapas existen los pueblos tojolabales, Tzotziles o Choles, todos con sus nombres propios, pero mayas, en el caribe existían los taínos, caribes, kaliangos, entre otros, pero todos mayas y que fueron exterminados totalmente. Se supone que antes de la invasión existían 250 mil personas en las islas y para 1550 solo había 500.

Por estas razones debemos de tener en cuenta lo siguiente. Los pueblos y culturas de tierra adentro del Anáhuac y el Tawantinsuyu, conocían perfectamente las matanzas y explotación que estaban haciendo los españoles desde 27 años atrás, no estaban ajenos a la maldad y la barbarie europea. Sabían que más temprano que tarde la llegada d ellos depredadores era inevitable.

Cortés traía en su expedición a caribes que hablaban maya y castellano, por lo cual es falso que malinche y Jerónimo de Aguilar, fueran vitales como traductores. De hecho, Cortés, en sus cartas, minimiza la importancia de Mailche y la presenta como traductora y amante. Y el propio Jerónimo de Aguilar, en el segundo juicio de residencia en contra de Cortés, lo acusa, entre otros delitos, de ser blasfemo y poco cristiano.

La guerra que emprendió Cortés contra los mexicas de la ciudad de México-Tenochtitlán, fue sugerida por Malinche, quien sabía que existía una fractura en la dirigencia de la Triple Alianza, entre aquellos que deseaban regresar a las prácticas espirituales inspiradas en Quetzalcóatl, herencia milenaria de la Toltecáyotl, y la fracción que deseaba seguir con la ideología creada por el longevo Cihuacóatl Tlacaélel, que minimizó a Quetzalcóatl, y en su lugar encumbró a Huitzilopochtli, el numen tutelar traído del desierto por los mexicas y que ponderaba la voluntad, la guerra y el mundo material, esta ideología conocida como Mexicayotl. Este giro de 180 grados mantenía una crisis en el mundo tenochca, por lo cual, la ciudad de México-Tenochtitlán era el punto más débil del Anáhuac.

De este modo, Cortés actuó como un virus, que se fue alojar al órgano más débil. Los demás pueblos y culturas del Anáhuac, comenzando con otros pueblos nahuas del Altiplano Central, como los tlaxcaltecas, los xochimilcas o los cholultecas, así como, los mayas, los zapotecos, los cáscanos, o los purépechas, que acababan de derrotar militarmente a los mexicas, no había trasgredido la Toltecáyotl, y no temían el profetizado regreso de Quetzalcóatl, que se repetía cada 52 años en el año uno caña, que justamente fue el año de 1519. Malinche, poseedora de esta información fue la que diseñó la guerra contra los tenochcas, sabiendo que estaban divididos, y por tal, eran el pueblo más débil.
Malinche resultó fundamental para la ambición de Cortés. Nada hubiera podio hacer el invasor, sin la información política, religiosa y cultural que le proporcionó Malinche. Esta es la razón por la cual, el pueblo llama malinche aquél que traiciona a su gente. De esta manera malinche han sido Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. Desgraciadamente, por la moda del género, algunas personas tratan de desvirtuar la figura de traidora de Malinche, pero, como se puede ver, no es cuestión de genero sino de entrañas. Los traidores a su Matria, no importa su género, sino la entrega a poderes depredadores extranjeros.

Finalmente, sobre Malinche diremos que, fue una mujer muy inteligente y ambiciosa, la inteligencia verdadera, la artífice política e ideológica de la caída de Tenochtitlán. Trabajó para ella y logró sus objetivos, aunque a un costo muy alto para la civilización del Anáhuac. En el Lienzo de Tlaxcala, hecho por anahuacas en su momento, se puede ver la figura de Malinche en muchas ocasiones, mucho más grande que la de Cortés, que es muy importante en la iconografía anahuaca y demuestra el poder y mando que ella tenía. Después de la caída de Tenochtitlán, vivó en una mansión, con riqueza y poder político, porque seguía siendo, de algún modo, el poder tras el trono.

Otro personaje de igual importancia, que también fue tratado de minimizar por Cortés, y que ha sido invisibilizado por los historiadores hispanistas, es indiscutiblemente el Tlatoani Texcocano Ixtlilxóchitl, quien fue despojado del poder por el tlatoani mexica Moctezuma II, razón por la cual era su enemigo a muerte. Cuando Cortés se dirigía a Tenochtitlán, después de haber realizado la primera matanza del Anáhuac, en Cholula, en donde al ser descubierto por los maestros del calmécac de Cholula dedicado a Quetzalcóatl, que Cortés era un impostor, que no era el embajador de Quetzalcóatl, como había sido la coartada de Malinche, ella le sugirió que realizara la masacre, para que no cundiera la noticia de la mentira. Los cristianos mataron a más de cinco mil estudiantes, maestros, dignatarios y pueblo, indefensos, porque desde siglos atrás, el Tollan de Cholula era un sitio sagrado y no era militar.
El mariscal de campo, el comandante en jefe de los ejércitos nahuas que se enfrentaron a los mexicas, fue Ixtlilxóchitl y no Cortés. En primer lugar, Cortés no era militar. No hablaba la lengua náhuatl para comandar. No conocía las tácticas militares de guerra de los ejércitos anahuacas del periodo Postclásico. Y los capitanes y tropas anahuacas, no se dejarían dirigir por un extranjero. En ese tiempo, teníamos orgullo y dignidad. Se supone que, en la batalla de Tenochtitlan, participaron entre 200 y 300 mil guerreros por bando, y los escasos mil españoles sobrevivientes, que participaron, después de la Batalla de la Noche de la Victoria, no representaban ninguna posibilidad de influir en el resultado. Debe saberse que el que rescató a Cortés y a los filibusteros que estaban cercados en Tenochtitlán, después de que Cortés, y no Pedro de Alvarado, ordenó la Matanza del Templo Mayor, fue Ixtlilxóchitl, quien planeó y desarrolló un ataque sorpresa en la madrugada por agua a Tenochtitlán, para que los españoles huyeran en sentido contrario por la calzada que llevaba a tierra.

Finalmente, en este punto, de las ayudas que Cortés recibió de los anahuacas, no podemos dejar de mencionar al tlatoani totonaca de Cempoala, Chicomecóatl, quien dispuso al servicio de Cortés, de un pequeño ejercito de mujeres y hombres, que le dieron de comer a los invasores hasta la batalla de Tenochtitlán. Esto ayudó mucho a los primeros 450 filibusteros que se internaron tierra adentro, al que luego se les sumaron los 1500 hombres comandados por Pánfilo de Narváez, que envió el Gobernador de Cuba a detener a Cortés y que lo traicionaron al pasarse al bando de Cortés, porque este los prometió riqueza, debemos de recordar que no eran soldados, sino filibusteros.

Cortés después de tratar de legalizar a la expedición con la primera Carta que le envía al rey de España, con el Capitán Montejo, en la mejor nave de la expedición, que no fue barrenada para ese efecto, inicia una serie de maniobras leguleyas, para según él, dejar su condición de prófugo de la justicia de Cuba. Crea un asentamiento, el cual no tenía autorización real, nombra a un Cabildo a su modo y renuncia a la capitanía que le otorgó el gobernador de Cuba, creando una nueva expedición en la que él se nombra capitán.

Deja en la Villa Rica de la Veracruz a los marineros y hombres más viejos y parte a buscar la alianza con los enemigos de los mexicas, todo esto, indicado por Malinche, según la estrategia que ella planificó. Con 450 hombres, unas cuantas armas de fuego, cargadores y cocineras totonacos, inicia el ascenso al Altiplano Central.

Cuando llega a los límites del Señorío de Tlaxcala, tendrá las primeras escaramuzas con los guerreros tlaxcaltecas, comandados por el joven Xicoténcatl, quien derrota a Cortés y sus hombres. El propio Cortés relata cómo los guerreros tlaxcaltecas, en duelos personales y escaramuzas, vencen a los invasores y les impiden el paso. Estos hechos, demuestran la falsedad del mito de la superioridad tecnológica y militar de los invasores, los cuales, como hemos dicho, no eran un ejército, no estaban entrenados y no estaban debidamente armados. No era un contingente militar, eran, en cambio, un grupo de violentos facinerosos, ambiciosos aventureros, dispuestos a cometer toda clase de delitos para hacerse ricos, con serios problemas entre ellos mismos.

Malinche tiene que ir a Tlaxcala a negociar el libre paso y la alianza en contra de sus enemigos, los mexicas. Esto permite el arribo de los invasores a Tlaxcala, donde empiezan a ser tratados como los enviados de Quetzalcóatl, según la estrategia pensada y difundida por Malinche. Muy cerca de Tlaxcala se encuentra la ciudad sagrada de Cholula, que durante siglos fue consagrada a Quetzalcóatl y en donde existía el calmécac más importante del Altiplano, en donde todos los jóvenes nobles de los pueblos de la región, asistían a esta escuela de altos estudios, para formarse como futuros cuadros dirigentes de los pueblos nahuas, bajo las milenarias enseñanzas de la Toltecáyotl y su símbolo filosófico y espiritual de la Serpiente Emplumada.

Cholula era un espacio sagrado que mantenía el conocimiento ancestral, basado en la sabiduría representada en Quetzalcóatl. Es importante señalar, que fueron solo los mexicas, y no todos los pueblos nahuas, los que trasgredieron la sabiduría de la Toltecáyotl. De hecho, era muy reciente los cambios a la Toltecáyotl para transformarla en la Mexicayotl por el cihuacóatl Tlacaélel.

Todo inició cuando Moctezuma Xocoyotzin asume el cargo de tlatoani de Tenochtitlán y lo acompañará en la responsabilidad como cihuacóatl Tlacaélel. Según la Toltecáyotl el poder partía de un consejo supremo integrado por hombres sabios, del que dependían dos autoridades. Simbólicamente el que organizaba, quien era una figura masculina llamada Tlatoani el que habla, y su pareja, un hombre que representaba la parte femenina llamado cihuacóatl, la mujer serpiente, quien era el que administraba. Tlacaélel ya había sido consecutivamente cihuacóatl de dos tlatoanis anteriores.

Debemos recordar que la Toltecáyotl produjo una de las democracias participativas más antiguas de la humanidad, y que sigue vigente en cientos de municipios indígenas en la actualidad. Esta democracia se basa en el verdadero gobierno del pueblo y para el pueblo. Lo hace a través de una Asamblea que, actualmente se reúne cada mes y en donde los ciudadanos presentan sus problemas y propuestas, la Asamblea toma una decisión, y las autoridades mandan obedeciendo a la Asamblea. No mandan por su capricho, mandan obedeciendo lo dispuesto por el pueblo.

Esto es muy importante tomarlo en cuenta, para desmentir todos los mitos, mentiras y fantasías, que los historiadores hispanistas han escrito sobre Moctezuma, que lo han colocado en la historia oficial, con una autoridad como la de los reyes de Europa de la Edad Media. Moctezuma no tomó decisiones propias sobre los españoles, las decisiones fueron tomadas por consenso en el Tlatócan o consejo supremo. Moctezuma no fue un hombre timorato, indeciso y temeroso. Por el contrario, Moctezuma era un guerrero, preparado en el calmécac de Cholula en su juventud y un hombre seguidor de las enseñanzas de Quetzalcóatl. Lo que, si es cierto, es que Moctezuma, como la dirigencia mexica y sus aliados, sufrió los costos de la trasgresión de la filosofía de Quetzalcóatl y la Toltecáyotl, creada apenas en 1440, por Tlacaélel, cuando en el año de la profecía del regreso de Quetzalcóatl, aparece Cortés por Oriente, argumentando por instrucciones de Malinche, que él era el embajador de Quetzalcóatl.

Cortés en su calidad de embajador de Quetzalcóatl, es invitado a Cholula a conversar con los venerables maestros del calmécac dedicado a Quetzalcóatl. Fue recibido y atendido con los honores de su supuesta alta investidura. Cabe mencionar que la cultura anahuaca, fue y sigue siendo, altamente protocolaria. A los tres días de conversaciones, los dirigentes de Cholula ya no se presentaron con Cortés, se les suspendió a él y a su comitiva los alimentos y se les pidió que se marcharan. La razón fue que se dieron cuenta que Cortés era un impostor. Malinche que estuvo en medio de las conversaciones se dio cuenta de que, si se marchaban, la notica de la mentira de los extranjeros se extendería y sería su perdición. Malinche recomendó la masacre para que nadie pudiera dar voz de lo sucedido.

Fue entonces que Cortés solicitó despedirse y aprovechó para realizar la pavorosa matanza. Los ríos de sangre en el Anáhuac, siguen corriendo hasta nuestros días. Las masacres han sido la forma de dominar y reprimir a los pueblos por parte de los extranjeros. La impunidad ha sido total y absoluta desde Cholula hasta Nochixtlán. La versión histórica es que, Malinche se enteró que los cholultecas le tenderían una emboscada a Cortés y su gente, por lo cual, él tuvo que hacer una acción defensiva, adelantándose a los conspiradores.

Cortés después de la matanza y saqueo, así como la quema de la biblioteca del calmécac, que era muy valiosa, pues contenía códices toltecas del periodo clásico, se dirige a Tenochtitlán, pero en el trayecto es interceptado por Ixtlilxóchitl, quien le ofrece una alianza y lo invita a Texcoco. Ixtlilxóchitl ordena que el pueblo se convierta a la religión de los invasores y organiza el bautizo obligatorio. Ixtlilxóchitl, igual que Malinche, traicionó a su cultura, sus valores y religión, al ponerse al servicio de los intereses de los extranjeros invasores, exactamente igual que lo han hecho recientemente los expresidentes neoliberales del país.

Es entonces cuando Cortés posee un verdadero ejército al mando de Ixtlilxóchitl y se dirige a Tenochtitlán. Fue nel Tlatócan y no Moctezuma, los que defienden recibir a Cortés como embajador de Quetzalcóatl. El Tlatócan solo le niega la entrada a Ixtlilxóchitl y su ejército, que se quedan en tierra firme. Es aquí, donde se debe usar el pensamiento crítico y analítico, dejando atrás las mentiras de la historia oficial hispanista. La dirigencia mexica, estaba al tanto de las masacres y explotación que venían haciendo los castellanos en las islas del Caribe. Conocían los fracasados intentos de las dos expediciones de 1517 y 1518. Conocían las alianzas realizadas en Tlaxcala y Texcoco, así como la reciente matanza de Cholula. Por qué entonces dejaron entrar a la ciudad a gente tan peligrosa y con tan malos antecedentes.

La estrategia de Malinche, de hacerle la guerra a los mexicas, trasgresores de la doctrina de Quetzalcóatl, haciendo pasar a Cortés como el enviado de Quetzalcóatl, en medio de la fractura política e ideológica de la dirigencia mexica, por haber seguido la propuesta de Tlacaélel, que por cierto, fue asesinado por el bando contrario pocos años antes de la llegada d ellos invasores, de cambiar la dualidad ancestral de Tláloc-Quetzalcóatl, por la de Tláloc-Huichilopoztli e iniciar las reformas a la Toltecáyotl para crear la Mexicayotl.

Lo que resulta lógico y claro es que, Cortés, sin la asesoría de Malinche y el apoyo militar de Ixtlilxóchitl, hubiera corrido la misma suerte de Francisco Hernández y de Juan de Grijalva. No fueron todos los atributos personales y culturales de una inteligencia y valor incomparables de Cortés, ni mucho menos una inexistente superioridad cultural de los europeos de la Edad Media, que se atribuyó Cortés en sus Cartas de Relación y los escritos y refritos de los historiadores hispanistas, que hasta nuestros días siguen reescribiendo la misma historia falsa y denigrante. Si fueran ciertas todas las mentiras de lo que llaman los colonizadores, La Historia de la Conquista de México, resultaría que Cortés dejaría empequeñecidos a Atila, Alejando el Magno, Julio Cesar y Napoleón. Esa proeza descrita por el propio Cortés, sus compinches de espada y crucifijo, y sus refriteros hispanistas de la academia, que sigue repitiéndose una y otra vez, hasta tratar de que se convierta en una verdad histórica, que le da razón, cimiento y raíz al país de los criollos, llamado indebidamente México, y a la ciudad hispana construida de sus restos para reforzar el supuesto dominio y centralismo del inexistente imperio azteca.
Cortés es recibido por Moctezuma por instrucciones del Tlatócan. Sabedores de la trasgresión cometida, Moctezuma convoca a una reunión con todos los Señores aliados y tributarios en las que dará un discurso, que fue transcrito por los escribanos, razón por la cual nos llega hasta nuestros días. Este discurso es muy importante, porque desmantela todas las mentiras de Cortés y sus historiadores sobre la invasión y está en la IV Carta de Relación. En síntesis, Moctezuma, siguiendo instrucciones del Tlatócan les pide a los aliados y tributarios que, a partir de ese momento, asuman a Cortés como la máxima autoridad y que lo obedezcan como así ellos le obedecieron a él. Esa fue, la entrega de Tenochtitlán y los mexicas al supuesto embajador de Quetzalcóatl. Si analizamos este hecho de manera descolonizada, cómo es posible que la Triple Alianza, que se caracterizó por ser guerrera, invasiva y sojuzgaste a los pueblos vecinos, se haya entregado tan dócilmente a la figura de Cortés, sino es, porque el se presentaba como el mismo embajador de Quetzalcóatl.

Hasta ese momento, para los mexicas, Cortés no era un invasor, era en cambio, una nebulosa figura mítica, que tenía que ver con el enfrentamiento ideológico y religioso que había creado los mexicas con las reformas de Tlacaélel. Seguramente pensaron que restaurada la dualidad Tláloc-Quetzalcóatl, el embajador regresaría al Oriente, a informar a Quetzalcóatl de la rectificación. Porque resulta muy difícil explicarlo de otra manera lógica. Es tanto como si en este momento, se dirigiera al Vaticano, un hombre que se dice que es Jesucristo, en su profetizado regreso y que se dirigiera Roma, seguido de una inmensa multitud, a pedir cuentas a la jerarquía por lo realizado por la iglesia en su nombre durante casi dos mil años. Un sisma religioso y político de dimensiones incalculables.

Cortés queda como amo y señor de los mexicas, sus aliados y vasallos. Empieza a atesorar cantidades increíbles de oro, que guarda celosamente en la casa del difunto tlatoani Axayácatl, en donde fue hospedado. Se supone que tenía más oro en ese momento, que cualquier rey poderoso de Europa.
Estando en la empresa de rescatar oro, le informan que llegó a las costas de Veracruz una expedición judicial con 1500 hombres, encabezada por el capitán Pánfilo de Narváez, a tomar preso a Cortés y remitirlo a Cuba por órdenes del gobernador Diego Velázquez. Narváez confiado en que triplica la fuerza de Cortés, se queda en Veracruz y le manda una comitiva para que se rinda. Cortés muy hábil les enseña a los enviados el tesoro y los invita a que se pasen a su bando. Debemos de insistir, que en esos tiempos y en especial, en estas expediciones, no venían soldados, ni las mejores personas de la península. Y que, todos venían con la ambición desmedida de hacerse ricos a cualquier precio. Acuerdan traicionar a Narváez y regresar a Veracruz para cooptar en la traición a todo el continente. Como lo señala el investigador José Luis Guerrero Rosado, el único que no sabía de la traición fue Narváez.

Cortés, toma la mitad de los hombres, supongamos un poco más de 200 y se va a combatir a Narváez, dejando a Pedro de Alvarado cuidando el tesoro y al frente de los restantes españoles. Los traidores a la supuesta sorpresiva llegada de Cortés, fingen una abrumadora derrota y se suman a la causa de Cortés. Narváez en la escaramuza pierde un ojo y más tarde, por las complicaciones de la herida, la vida. En ese inter, según Cortés y sus historiadores hispanistas, los mexicas le piden a Alvarado permiso para realizar una ceremonia en la Plaza Mayor de Tenochtitlán, que estaba protegida por una barda perimetral, con cuatro entradas, llegan más de cinco mil mujeres y hombres totalmente desarmados y con adornos de oro, por lo que supuestamente Alvarado ordena cerrar las puertas y matar a cuchillo a los indefensos participantes. La nobleza mexica fue sacrificada a mansalva y fue el momento en que el pueblo se reveló en contra de sus autoridades, y decidió atacar a los invasores, acorralándolos en algunas construcciones del perímetro del Templo Mayor. Según la historia oficial, cercados los invasores por los mexicas, llega Cortés con los 1500 hombres de Narváez y sus 200 de él, y los mexicas los dejan pasar al interior del cerco. Eso no es posible. No pudo ser, por elemental lógica, de esa manera.

Una visión descolonizada, es que, Cortés regresó de Veracruz y él ordenó la matanza del Templo Mayor, por lo cual, quedó dentro del cerco y no en Veracruz. Los historiadores hispanistas con su versión, tratan de lavarle las manos de sangre a Cortés. Este personaje no es posible defenderlo de ninguna forma, porque esencialmente era un psicópata. Cortés asesinó con sus propias manos, no solo a anahuacas aliados y enemigos, sino a los españoles que se le opusieron, mandó asesinar a Fray Juan de Tecto enviado secreto del rey para investigar a Cortés, asesinó a su propia esposa, a quien estranguló en su casa de Coyoacán. Fue un furibundo mentiroso, especialista en la traición y la intriga, ladrón empedernido, no solo robó a sus compañeros a quienes no les entregó el oro prometido, sino que robó a la misma corona, traicionó a sus aliados indígenas a quienes, como el caso de Xicoténcatl, mandó ejecutar después de la caída de Tenochtitlán, porque no le perdonó que lo hubiera derrotado militarmente cuando pretendió entrar al territorio de Tlaxcala sin permiso. Fue capaz de quirales el mérito y disminuirlos en sus escritos a Malinche y a Ixtlilxóchitl, para describirse como el único artífice, político y militar de la derrota de los mexicas.

Rodeado por los miles de guerreros mexicas y esperando su derrota, Cortés fue rescatado del cerco de Tenochtitlán por la estrategia ideada por Ixtlilxóchitl, a quien no lo dejaron entrar en Teuchitlán, se quedó en tierra firme. Al saber la situación de los invasores, decidió atacar con canoas a Tenochtitlán, para que los invasores pudieran huir en sentido contrario por la calzada de los toltecas hacia tierra firme.
La falsa historia que por iniciativa y valor de Cortés decide huir en una madrugada en que caía un torrencial aguacero, cargado todo el oro rescatado, pero fueron vistos por un par de mujeres que salía por agua (en medio del aguacero), dando la voz de alarma, como si los guerreros mexicas no estuvieran vigilantes del cerco. Lo increíble de las mentiras históricas de la invasión extranjera, es que nadie las cuestione y que lleguen a los libros de texto y las repitan doctamente los académicos y los expertos, como dogmas universales de la creación del Estado mexicano.

En este mito falaz, en el que Cortés llora su desventura bajo el llamado Árbol de la Noche Triste, en el que perdió casi todo el oro, a la mitad de los hombres, la mayor parte ahogados, porque al caer al agua en el forcejo de la lucha, como estaban cagados del oro robado, se fueron a descansar al fondo del lago, con la pólvora mojada y con la mayoría de los sobrevivientes heridos, se dirige a buscar protección a Tlaxcala, pero al llegar a los llanos de Otumba, se estremece al ver ha decenas de miles de guerreros anahuacas que lo esperaban. Lo que no sabía es que eran guerreros texcocanos enviados por Ixtlilxóchitl a cubrir su retirada. Ordena, lo que él, piensa será la última carga y su sorpresa fue inmensa al ver que los guerreros retrocedían. Atribuyéndole a su religión el milagro de su supuesta victoria, que, en España, la tienen como una de las batallas más importantes de su historia militar, llamándola, la Batalla de Otumba.
Durante un año, mientras se recuperaban, Malinche desarrolló una campaña de alianzas con los pueblos nahuas del Altiplano Central, no todos se unieron a Ixtlilxóchitl y Cortés, pero lo cierto es que Malinche logró una masa crítica en contra de la Triple Alianza, bajo la mentira que luchaban del lado del embajador de Quetzalcóatl. Mientras estas alianzas se realizaban y Cortés, ordenaba la construcción en Tlaxcala de 13 bergantines, desarmados llevarlos a Texcoco, esta gran proeza, resultó inútil, debido a que la profundidad de los lagos era muy pequeña y los pesados bergantines fueron superados por las 16 mil canoas que dispuso Ixtlilxóchitl, aptas para navegar rápidamente en los lagos. Esto nos demuestra la incapacidad militar de Cortés, el desconocimiento del lugar en donde combatía y la importancia militar de Ixtlilxóchitl.

Sin embargo, el arma más poderosa de los invasores extranjeros, fue la viruela, que es minimizada por Cortés y sus historiadores hispanistas de ayer y de hoy. En efecto, el mal se encubó desde 1520 y para el año siguiente, Tenochtitlán vivía una pavorosa pandemia, como nunc antes en la historia se había dado en el Anáhuac. En parte, por el sistema de salud e higiene que tenían los anahuacas desde muchos siglos atrás y por el sistema alimentario, que era de alto valor nutricional. Pero los pueblos anahuacas no tenían anticuerpos para la viruela y más tarde el sarampión, que trajeron los españoles. Los tenochcas morían por dondequiera, no se tenía ni los conocimientos ni la medicina para enfrentar el virus. La viruela fue el arma que verdaderamente doblegó a los mexicas, que pelaron enfermos, sin agua potable, alimentos, durante 75 días, del 26 de mayo al 13 de agosto de 1521. Una defensa heroica del pueblo y los guerreros mexicas y sus aliados, en el que ayudaron hasta el último momento, mujeres, niños y ancianos, la mayoría enfermos de viruela.

A la rendición de Cuauhtémoc, inmediatamente Cortés lo somete personalmente a un tormento para que confesara, en dónde estaba el oro que habían perdido en la fuga de Tenochtitlán, en la lucha que se libró en la calzada de los toltecas, que unía a la ciudad con la tierra firme. A Cuauhtémoc le quemaron la planta de los pies con aceite hirviendo, por lo cual, lo dejaron lisiado, nunca pudo volver a caminar. Pero, no solo eso esconden los historiadores hispanistas, lo más vergonzoso fue la violación sistemática de las mujeres mexicas, tanto del pueblo, como en especial, las de la nobleza, que eran tomadas como botín de guerra, comenzando con la esposa e hijas de Cuauhtémoc. El saqueo de las ciudades y la violación de mujeres, es una práctica que llega a Europa desde Medio Oriente, dos mil años antes de que existiera el Imperio Romano, se hizo en Tenochtitlán y se sigue practicando en las guerras modernas.
Los alemanes nazis no destruyeron París, la ciudad luz, y huyeron a Alemania en retirada. Cortés, en cambio, ordenó la destrucción sistemática, edificio por edificio, piedra por piedra de la ciudad más grande del mundo en ese momento, con la mejor infraestructura urbana, que no tenía ninguna ciudad europea. De sus ruinas ordenó a los derrotados construir una ciudad tipo europea, sin drenaje y de inmediato empezaron a desecar los lagos, iniciando la destrucción irreversible del paraíso natural que representaba la cuenca con sus lagos de agua dulce y agua salada.

El Estado mexicano ha tratado de borrar la memoria histórica y la identidad cultural ancestral del pueblo de este país, como parte de las estrategias de colonización. Dejar a un pueblo amnésico de sí mismo es un delito de lesa humanidad. Porque una vida sin conciencia, es una vida inútil, estéril y esclava. El objetivo de hacer creer al pueblo que La Conquista de México, inició en 1519 y terminó con la caída de Tenochtitlán en 1521, es tratar de hacer creer que la invasión terminó, y esto no es cierto.
La invasión hoy es más siniestra, intensa y violenta que en el siglo XVI. Los despojos, las masacres, los abusos, la explotación de la gente y la depredación de la Madre Querida, hoy, por medio de la tecnología es de mayor alcance que en el pasado. Pero lo más grave. Esta agresión es contra todo un pueblo. Millones de personas viven enajenadas, enfermas, adictas, esclavizadas y desoladas. La pobreza alcanza a más de la mitad de la población. El Estado y sus instituciones están al servicio de las familias de extranjeros avecindados, de las empresas trasnacionales y la banca mundial.

El pueblo, por no saber de dónde viene, quiénes fueron sus ancestros, cuáles sus logros, la dimensión de sus alcances civilizatorios, no tiene identidad, es inseguro, incapaz de conocerse a sí mismo. Como no sabe de dónde viene, no sabe quién es él, por consiguiente, trata inútilmente de igualarse con sus opresores, sean españoles, franceses o norteamericanos, pero siempre termina despreciado y ninguneado por sus colonizadores. De esta manera, como no sabe de dónde viene, no sabe quién es, no sabe a dónde va, lo que lo hace ir dando tumbos en un círculo perverso de ser colonizado-colonizador, conquista-conquistador, extranjero inculto en su propia tierra.

El Estado mexicano, neocolonial de ideología criolla, al hacer creer al pueblo que el pasado, como ellos llaman colonizadamente prehispánico, se circunscribe únicamente a la cultura mexica de 196 años, a la que la elevan a una categoría inexistente de imperio, tratando de emular al Imperio Romano, pretendiendo que los cimientos del país que construyeron los criollos en 1824, tienen un milenario antecedente prehispánico, con los mexicas, razón que justifica el equivocado nombre que le dan a su país de México, en vez de Anáhuac, como milenariamente se ha llamado. Por tal razón, todos los habitantes son mexicanos, es decir, mexicas. Desapareciendo los miles de años de los periodo Preclásico y Clásico, e invisibilizando la existencia de 69 culturas ancestrales anahuacas, que siguen en permanente lucha de resistencia.

Como personas, familia y pueblo, somos lo que recordamos. Al recordarnos así mismos, tenemos conciencia de quienes somos, qué hemos hecho y sabemos qué deseamos hacer al futuro. Perder la memoria, es perder nuestra raíz y esencia de nuestra existencia. Sin memoria somos nada, polvo al viento. El invasor-colonizador se ha especializado en amputarle al pueblo su memoria a través del poder económico, político, religioso y educativo, para tener a un pueblo de zombis, indefensos, maleables y dóciles. Nos han enseñado a rechazar la historia. Nos han hecho que se nos haga aburrida, extraña, inútil. Hemos aprendido en estos quinientos años a negar nuestro rostro, a rechazare nuestro corazón verdadero. Para quedar irremediablemente perdidos en el laberinto de la desolación, parlantemente vencidos. Necesitamos hacer nuestra propia historia, la de los resistentes, y dejar la historia de los vencidos escrita por los vencedores extranjeros, desde Cortés hasta Krause.

Hoy trece de agosto de 2021, conmemoramos con mucho dolor y con gran entereza. Con gran dolor, estos cinco siglos, que nos duelen en lo profundo del alma, quinientos años de un rosario permanente de injusticias, despojos, abusos y masacres. Con gran entereza, por la fuerza que hemos sacado de nuestros ajados corazones, para seguir oponiéndonos y resistiendo, esta fortaleza parece invencible y poderosa. El poder de la razón, la verdad y la libertad.

Hoy trece de agosto de 2021, festejamos la vida, la capacidad de resistir y de oponernos a la barbarie y la deshumanización de los opresores de ayer y de hoy. Festejamos haber burlado nuestra muerte histórica. Los pueblos y comunidades anahuacas son las vencedoras, porque los asiste la razón y la justicia. Los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos, independientemente de su fenotipo, de su lengua, de su cultura, de su tradición. Independientemente a estos rasgos externos, si vive, en ellos, los valores y los principios de la Toltecáyotl, son los herederos de esta sabia forma de vivir, que hoy más que nunca, representa el futuro de la humanidad.

En estos quinientos años, ni perdón ni olvido. No podemos seguir repitiendo los mismos errores siglo tras siglo. Necesitamos conocer la historia, para que no nos vuelva a ocurrir lo mismo. No podemos construir una historia propia-nuestra, únicamente con las del colonizador. Necesitamos convocar al conocimiento que está agazapado en las comunidades, en las familias, en las personas de conocimiento. Necesitamos recurrir al conocimiento silencio. Al poder de la energía generadora.
Se requiere urgentemente repensar la historia. No debemos seguir renunciando a nuestro legitimo pasado. No debemos seguir tolerando la narrativa del invasor de ayer y de hoy. Necesitamos iniciar un nuevo ciclo con la palabra verdadera.



Luz y guillermo Marín
13 de agosto de 2021
Yahuiche, Oaxaca.

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