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CORTÉS MINTIÓ Y SE ASUMIÓ COMO EL EMBJADOR DE QUETALCÓATL

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CORTÉS MINTIÓ Y SE ASUMIÓ COMO EL EMBJADOR DE QUETALCÓATL
La historia verdadera de uno de los más pavorosos holocaustos y epistemicidio más devastadores de la humanidad, es el de la Conquista y Colonia de México. Historia totalmente desconocida para el pueblo. Esto ha sido posible por dos razones, por una parte, porque las grandes fuerzas imperiales, que a partir de 1492 han creado el Capitalismo, La Modernidad y el eurocentrismo, han logrado, casi apoderarse del mundo y crear ?su verdad histórica?. Estas oscuras fuerzas se han encargado de que ?esta historia?, se registre oficialmente, como un ?luminoso logro humanista, civilizador y cristiano?, en donde se descubre ?un nuevo mundo?, -virginal y salvaje-, que alimentará ?el huevo de la serpiente materialista? a través del trabajo esclavo de los invadidos y la explotación irracional de sus recursos naturales. En un principio, el oro y la plata, que inyectarán a la paupérrima Europa, sobreviviente de la edad Media, la riqueza para capitalizarse e iniciar ?el Mundo Moderno?, en donde el Mercado se apoderará de los Estados y someterá a muchos pueblos del planeta, a partir de la creación del ?racismo económico?, lo que implica la deshumanización de los invadidos, para la explotación nunca antes vista en la Tierra en una dimensión global.

Por otra parte, para mantener como verdad esta falsa visión histórica, a los pueblos invadidos se les ha sometido a la rigurosa pérdida de sus ancestrales lenguas hasta dejarlos ?mudos?; a perder la memoria histórica hasta dejarlos ?amnésicos?; a la pérdida de sus conocimientos hasta dejarlos ?estúpidos e impotentes?; a la pérdida de sus espacios, no solo físicos, sino especialmente comunitarios, históricos y sagrados, hasta dejarlos ?en el aire sin conexión con la Tierra?; y finalmente, los despojaron violentamente de su espiritualidad ancestral, para dejarlos ?solos y fanáticos-idólatras?, en una religión ajena que todavía no comprenden cabalmente, y en la cual, están totalmente excluidos.

Al despojar violenta y sistemáticamente a los pueblos descubiertos/invadidos de estos cinco elementos culturales, sus descendientes han aceptado, mansamente, el epistemicidio y la occidentalización de la percepción de sí mismos y del mundo en el que viven, especialmente los pueblos mestizos, creando conductas de ?colonizador-colonizado?. El sistema educativo y la Iglesia Católica han jugado un papel relevante en este epistemicidio. El gobierno Virreinal y el Estado neocolonial criollo, en manos de gachupines y criollos respectivamente, han logrado ?educar? a las mayorías mestizas e indígenas en los dogmas, mitos y mentiras de ?la verdad histórica colonial?, en dónde, Cristóbal Colón es un héroe descubridor civilizador, Hernán Cortés un valiente conquistador, la Iglesia Católica la noble institución que salvó a las almas de los ?descubiertos? del infierno, el gachupín explotador un esforzado emprendedor, y el criollo, el dueño originario de estas tierras, (Maíz criollo, gallina criolla, nuez criolla, etc.).

CORTÉS MINTIÓ Y SE ASUMIÓ COMO EL EMBJADOR DE QUETALCÓATL



La ?Conquista de México? se reduce entonces, para el libro de texto y la ideología criolla a tres años, es decir, desde que desembarcó en 1519 Cortés y sus secuaces en la Península de Yucatán, hasta el 13 de agosto de 1521 cuando cae la Ciudad de México Tenochtitlán. Que fue gracias al ?designio divino?, la valentía de los europeos, la superioridad de su cultura y tecnología guerrera, religión, idioma y a la ?heroicidad? de su capitán Hernán Cortés, que ?el nuevo mundo descubierto? se incorpora a la civilización, el progreso y ?al mundo?, es decir, ?al viejo continente?.

Los historiadores hispanistas, desde Cristóbal Colón, Hernán Cortés y Las Casas, nos presentan un continente salvaje, primitivo, bárbaro, en donde la gente se la pasa en guerras permanentes, perversas idolatrías y en un prolífico canibalismo. Un mundo apto y deseoso de ?ser integrado? a la civilización cristiana, como lo presenta el realizador cinematográfico Mel Gibson en su película titulada ?Apocalipto?. Totalmente falso.

El Cem Anáhuac es una de las seis civilizaciones más antiguas y con origen autónomo del mundo. La que alcanzó el más alto grado de bienestar para toda su gente durante más de tres mil años, la que construyó más pirámides en el planeta, la que hizo el más preciso cálculo del tiempo a partir de una ciencia mucho más avanzada y elevada, la que le ha dado 42 productos al mundo como el maíz, el chocolate y el amaranto, la que inventó primero que nadie el cero matemático y creó la primera calculadora del mundo, la que tuvo el primer juego de pelota vivo hasta nuestros días y la que ha mantenido la democracia participativa más antigua de la humanidad.

Cuál es entonces la razón por la cual, esta civilización, fue conquistada por un puñado de mercenarios, ignorantes y supersticiosos. Raquíticamente armados, sin entrenamiento militar, con grandes envidias y feroces pugnas entre ellos. Descolonizadamente se puede explicar este fenómeno, si hacemos la comparación de cómo, un virus tan pequeño, puede llegar a quitarle la vida a un ser humano. En efecto, los europeos actuaron literalmente como un virus en ?una cultura enferma?.

Gracias a las reformas de la filosofía y religión ancestral tolteca, emprendidas por el Cihuacóatl mexica Tlacaélel, quien quitó de la dualidad ?Tláloc-Quetzalcóatl? a este último, y en su lugar impuso a su numen tutelar traído del Norte.

En efecto, Huitzilopochtli figura religiosa que exalta la voluntad de
poder, el mundo material y la guerra, desplazará a Quetzalcóatl que representa la sabiduría, la educación y el mundo espiritual. Tlacaélel creó la ideología en la que, el Quinto Sol, no acabaría y que los mexicas se convertirían en los sostenedores oficiales del Quinto Sol. Su poderío limitado (parte del Altiplano Central) y efímero (de 1440 a 1521), colapsará cundo llega en el año de la profecía (1519) del retorno de Quetzalcóatl. Cortés asumiéndose como el embajador de Quetzalcóatl por asesoría de la Malinche, quien le dio toda la información y sugirió las pautas para usar esta mentira para provocar una guerra religiosa contra aquellos que habían transgredido la filosofía y religión ancestral de Quetzalcóatl.

Cortés y sus filibusteros, que venían oficialmente a ?rescatar oro? (robar oro), como un virus, se fueron directamente sobre el pueblo más débil (filosófica y religiosamente), y el que tenía más problemas y contradicciones internas, porque la gente de mando en Tenochtitlán estaba enfrentada en dos bandos; los que querían mantener las reformas de Tlacaélel y los que querían regresar a la tradición tolteca de Quetzalcóatl. Estos últimos muy influenciados por la tradición texcocana de mantener la Toltecáyotl (la sabiduría y religión de los toltecas), en donde los tlatoani texcocanos, desde Nezahualcóyotl hasta Nezahualpilli, mantenían en la Triple Alianza la tradición tolteca.

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