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Cultura recuay: descubrimiento, origen, ubicación, arquitectura, cerámica

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<br>Cultura recuay: descubrimiento, origen, ubicación, arquitectura, cerámica
Monolito de piedra de la cultura Recuay ? Fuente: Cbrescia / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)
Por Joaquin Montano
lifeder.com
La cultura recuay fue una cultura arqueológica que apareció en la sierra del actual departamento de Áncash (Perú) alrededor del año 200 a. C y que mantuvo su presencia hasta el 600 d. C, cuando el auge de los waris acabó con ellos. Esa fase histórica se encuentra dentro de la etapa denominada Desarrollos Regionales.

Hoy en día sigue existiendo controversia acerca de cómo llamar a esa cultura. El nombre de recuay proviene de la ciudad homónima existente en la zona y que es considerada por parte de los arqueólogos como su centro social, político y económico. Sin embargo, otros investigadores han propuesto otros nombres como cultura Huaylas o Santa

Entre los aspectos más destacados de esta cultura se encontraban su arquitectura y su cerámica. Los edificios se caracterizaban por el uso de cámaras subterráneas, mientras que su cerámica presentaba una importante variedad de formas y motivos decorativos.

El estudio de los restos encontrados de esta cultura indican que se trataba de una comunidad organizada en comunidades territoriales similares a los ayllus de los Andes. Las evidencias prueban que era un pueblo guerrero y que mantenía continuos enfrentamientos con sus vecinos debido a la lucha por los recursos hidráulicos y los terrenos de cultivo.

El arqueólogo peruano Lorenzo Samaniego Román afirma que un agricultor de Recuay, en el actual departamento peruano de Áncash, vendió en el siglo XIX una serie de cerámicas al médico José Mariano Macedo. Este, por su parte, las vendió al Museo de Berlín.

Esas cerámicas fueron estudiadas en 1893 por Eduard Seler, que fue quien describió por primera vez el estilo recuay.

Más adelante, nuevos estudios probaron que esa cerámica no era originaria de Recuay, sino de Copa, uno de los asentamientos más importantes de esa cultura. Este descubrimiento provocó que algunos investigadores propusieran que se cambiara el nombre a la cultura recuay por el de ese poblado.

A comienzos del siglo XX, concretamente en 1919, el célebre arqueólogo peruano realizó una expedición por esa zona. En ella encontró algunas esculturas líticas y piezas de cerámica que mostraban características propias de la cultura recuay.

Ya en los años 60 del siglo XX, Larco Hoyle propuso que debía cambiarse el nombre de recuay por el de Santa, ya que afirmaba que el estilo era originario del valle de Santa.
Distintos nombres de la cultura

Como se ha señalado, el nombre de esta cultura ha sido objeto de controversia desde su propio descubrimiento. Así, cada investigador que realizaba excavaciones la bautizaba según el lugar en el que pensaba que había más restos.

El nombre de recuay para esta cultura fue propuesto en primer lugar por José Mariano Macedo, el coleccionista que llevó los primeros restos encontrados al Museo de Berlín. Más adelante, algunos arqueólogos hallaron un centro arquitectónico en Pallasca llamado Pasashs y propusieron que ese nombre reemplazara al de recuay.

Por otra parte, expertos como Bennet, Julio Cesar Tello o Krocher preferían la denominación de cultura Callejón, ya que consideraban que ese era su lugar de origen. Lo mismo ocurría con los que preferían el nombre de cultura recuay o los que, como Larco Hoyle, propusieron que se denominara como cultura Santa al suponerle un origen costeño.
Origen

No existen demasiados datos que permitan conocer a ciencia cierta el origen de esta cultura. La hipótesis más aceptada es que apareció en la sierra de Áncash, en Perú, sobre el año 200 a. C. y que se extendió hasta el 600 d. C.

En el ámbito de la arqueología se relaciona a estas culturas con otra preincaicas de desarrollo regional, ya que su desarrollo temporal y geográfico fue limitado y su influencia no se extendió fuera de sus fronteras.

Prolongación de Chavín

Como se ha señalado, la cultura recuay es poco conocida, tal y como ocurre con otras civilizaciones del Intermedio Temprano. La mayoría de los expertos opinan que se trató de una prolongación de la cultura chavín, después de la influencia ejercida por el estilo llamado ?blanco sobre rojo? en la región.

Esta hipótesis ha llevado a pensar que la cultura recuay permaneció en la zona entre el 200 a. C. y el 600 d. C.

En líneas generales, se considera que el estilo de los restos encontrados de la cultura recuay no mostraban influencias externas al Callejón de Huaylas, sino que se trataba de un estilo nuevo.

En el ámbito político, una hipótesis señala que Recuay era tan solo una de las unidades políticas en las que se dividía el estado moche, aunque no es la teoría predominante.
Historia

Según los estudiosos, los miembros de esta cultura eran en su origen bastante belicosos. En esos primeros estadios de su desarrollo, protagonizaron numerosos ataques a otras civilizaciones.

Fue así como los recuay entraron en contacto con los chavines y terminaron ocupando su territorio. A partir de ese momento, los recuay se asentaron en el valle para aprovechar la riqueza en recursos naturales que presentaba.

Con el tiempo, la cultura recuay fue refinándose, aunque sin perder su carácter guerrero. Además de la práctica de la agricultura y la ganadería, también comerciaban con otros pueblos de la zona.


<br>Cultura recuay: descubrimiento, origen, ubicación, arquitectura, cerámica

Monolito de la cultura recuay en Waullac. Fuente: Cbrescia / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)


Además de las viviendas y fortifica



Ubicación geográfica

La cultura recuay se desarrolló en la parte alta del valle del río Santa, muy cerca de la zona sur del Callejón de Huaylas. Esta región se encuentra en el actual departamento peruano de Áncash, en las tierras altas del norte de Perú.

La zona que habitaron es un valle con clima semi-tropical situado entre la cordillera Negra y la cordillera Blanca.

Cuando empezaron a expandirse, su presencia alcanzó la provincia de Pallasca, por el norte; el río Marañón, por el este; y la parte alta de los valles de Casma, Huarmey y Santa, por el oeste.

Esta ubicación ha llevado a que sea considerada como una prolongación de la cultura Chavín, aunque con sus propias características. Igualmente, es bastante probable que conviviera con los mochicas en el valle de Moche, Virú, Chao y Santa.

Arquitectura

La arquitectura desarrollada por la cultura recuay comprende varios tipos de edificaciones, desde los templos hasta las fortificaciones, pasando por las viviendas.

Una de sus características principales es el uso de galerías subterráneas. Esto, que tiene una clara influencia chavín, se aplicaba tanto en el caso de las viviendas como en el de los templos.

A la hora de construir, los recuay utilizaban grandes piedras alargadas para levantar las paredes. Esas piedras se clavaban en el suelo y las grietas se rellenaban con piedras más pequeñas. Las esquinas estaban conformadas por enormes bloques cuadrados.
Tipos de viviendas

Las viviendas eran construidas con piedras que se labraban parcialmente. Después, como se ha señalado, las grietas entre ellas se rellenaban con tierra o piedras pequeñas. Hasta el momento, los arqueólogos han encontrado tres tipos de casas diferentes.

El primer tipo contaba con dos habitaciones que se comunicaban entre sí por un vano y que tenían acceso al exterior. Esas estancias estaban techadas con piedra y barro. Por su parte, el segundo tipo era igual que el anterior pero con más habitaciones.

La última clase de vivienda tenía habitaciones alargadas subterráneas. Estas se comunicaban con el exterior a través de un vano parecido a un tragaluz.

El espacio central de esas viviendas subterráneas cumplía las funciones de sala, cocina y dormitorio. Estas casas bajo tierra han sido encontradas en Copa, Tambo y Cátac.
Fortificaciones

Muchas de las edificaciones defensivas tenían también funciones ceremoniales. Estas construcciones se levantaban sobre una planta irregular, algunas de las cuales contaban con muros, fosos y parapetos.

En las excavaciones se han encontrado algunos tipos de armas, como hachas, porras, hondas y puntas de proyectil. Estos hallazgos han confirmado el carácter guerrero de este pueblo, que también quedó reflejado en las representaciones en sus monolíticos y ceramios.
Construcciones funerarias

Además de las viviendas y fortificaciones, la cultura recuay destacó por sus construcciones funerarias. Sus tumbas, múltiples o individuales, son consideradas como las más elaboradas de los Andes.

Los complejos funerarios estaban compuestos por galerías subterráneas que podían medir entre 7 y 20 metros de largo y con entradas en forma de pozo. Igualmente, los recuay también realizaban enterramientos directos en el suelo y en bloques monolíticos.
Monolito recuay. Fuente: wikimedia commons

Esta complejidad en las construcciones funerarias estaba relacionada con el culto que prestaban a sus ancestros. Para las ceremonias públicas relacionadas con este asunto, los recuay sacaban de sus tumbas a las momias de sus antepasados con el fin de ser expuestas.
Sitios arqueológicos

Entre los sitios arqueológicos de la cultura recuay destaca el de Copa, considerado por muchos como el centro principal de su civilización. Este asentamiento se encontraba al pie de la cordillera Blanca, en la margen derecha del Santa.

Otro asentamiento importante era el de Pashash, cercano a la ciudad de Cabana. El sitio arqueológico destaca por el grueso muro que rodea toda la edificación, posiblemente con un carácter defensivo.

Por último, los restos más impresionantes para muchos se encuentran en Wilcahuain. En este lugar destaca un edificio de 3 pisos que llegó a medir 9 metros. Según los expertos, era parte de un complejo urbano cuya dimensión real aún se desconoce.
Cerámica

En un principio, las creaciones cerámicas de este pueblo recibieron la influencia de la cultura Virú y Salinar, que constituían a su vez las raíces de la cerámica moche.

Por otra parte, la cerámica recuay destinada al uso ceremonial tenía bastantes similitudes con la de la cultura Cajamarca.

Características
Recipiente en forma de palacio o tumba de la cultura recuay, 200 a. C. ? 600 d. C., Museo De Young. Fuente: Daderot / CC0

La cerámica elaborada por esta cultura mostraba una gran variedad de formas y se caracterizaba por su tendencia escultórica. No obstante, las creaciones no lograron alcanzar el nivel de la de los moches.

El material principal usado por los alfareros recuay era el caolín, que se cocía tanto en ambiente reducido como oscilante. Estas técnicas les permitieron obtener colores anaranjados, negros o blancos en distintas tonalidades.
Escultura en cerámica de la cultura recuay

Las decoraciones pictóricas también se distinguían por el uso de varios colores, destacando el negro, el rojo, el blanco, el naranja y el amarillo. Sus diseños podían ser geométricos o figurativos.

A diferencia de los moche, los recuay no utilizaban moldes, sino que elaboraban sus piezas mediante la técnica del modelado. En muchas de ellas aparece el asa-puente para unir dos picos divergentes, tal y como ocurría con la cerámica Virú.

Entre las piezas que más se han encontrado se encuentra un tipo de recipiente llamado paccha, unos cántaros ceremoniales con un caño por donde era vertido el líquido.
Motivos decorativos
Los recipientes de la cultura recuay suelen tener figuras humanas, de frutas, verduras o arquitectura

La decoración de la cerámica recuay podía aparecer de manera pictórica o escultórica. En el primer casos, eran muy comunes las representaciones de felinos, serpientes o imágenes antropomorfas dibujadas de manera realista. Igualmente, también pintaban seres mitológicos, como el felino emplumado, o las cabezas trofeos.
Figura de felino atacando a un guerrero. Fuente: Sailko / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)

Los motivos escultóricos, por su parte, solían representar personajes míticos, algunos en pleno proceso de cortar una cabeza. Eran habituales las imágenes de sacerdotes o guerreros míticos, a veces conduciendo una llama.
Agricultura

La agricultura era la principal actividad económica de la cultura recuay, aunque seguida muy de cerca de la ganadería. En este último ámbito, este pueblo destacó por la cría de llamas y alpacas, de las que obtenía carne y cuero.

La temporada de lluvias era el momento elegido por los agricultores para cultivar sus tierras, aunque también utilizaron medios de irrigación. Se han encontrado presas hidrográficas en la cordillera Blanca, así como muros contención en la cuenca de Nepeña. Los productos principales que cultivaban eran la oca, la papa, la quinua y mashua.

En cuanto a la ganadería, se sabe que los recuay utilizaron viejas edificaciones de los chavín como corrales en los que guardar sus animales. Igualmente, se cree que pastoreaban manadas de vicuñas en las zonas altas de sus territorios.
Religión

La principal fuente de conocimiento sobre la religión de la cultura recuay son sus representaciones artísticas en cerámica y piedra. Esto ha permitido suponer que las llamas tenían una función importante en los rituales de ese pueblo.

Las representaciones parecer indicar que esos rituales estaban centrados en la fertilidad de los animales, lo que concuerda con la importancia que tenía la ganadería para los recuay.
Dioses

La cultura recuay era politeísta y, entre otros, rendían culto a una deidad femenina y a otra masculina.

La diosa femenina simbolizaba la Luna y era representada con un cántaro en la mano y una manta rayada en la cabeza. Según los expertos, es probable que el cántaro estuviera lleno de agua, chicha o sangre proveniente de los sacrificios humanos.

Por su parte, el dios masculino simbolizaba el Sol y estaba presente en casi todos los rituales. La figura con la que se le representaba tenía una nariz grande y curvada. Su espalda tenía plumajes oscuros, mientras que el vientre era de color claro. Sobre la cabeza llevaba una corona y en sus manos solía portar elementos como un garrote, un escudo o una copa.
Culto a los ancestros

Entre los rituales más importantes que celebraba esta cultura se encontraban los dedicados a sus ancestros. Para celebrarlos, los recuay sacaban las momias de sus fallecidos de sus tumbas y eran exhibidas, veneradas y consultadas en público.

Para los recuay, los ancestros estaban estrechamente relacionados con la fertilidad, ya que la muerte era considerada como un símbolo de renovación. Así, una vez que se enterraban a los difuntos, estos se convertían en semillas que generaban nuevas vidas.
Decadencia

Como sucede con su origen, el motivo de la decadencia de la cultura recuay no es demasiado conocido.

Esta decadencia comenzó sobre los años 600 d. C., cuando la cultura wari comenzó su expansión. Una de las zonas que ocupó esa cultura fue el callejón de Huaylas, por lo que es probable que contribuyeran al debilitamiento y la desaparición de los recuay.
Entre la cordillera Blanca y la cordillera Negra se encuentra el callejón de Huaylas. Fuente: Ed Pax / CC BY-SA (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)
Referencias

EcuRed. Cultura de Recuay (Perú). Obtenido de ecured.cu
SocialHizo. Civilizaciones andinas: Cultura Recuay. Obtenido de socialhizo.com
Fundación Telefónica. Recuay. Obtenido de educared.fundaciontelefonica.com.pe
The Editors of Encyclopaedia Britannica. Recuay. Obtenido de britannica.com
Tampereen kaupunki. The Recuay Culture. Obtenido de tampere.fi
Lau, George. An Archaeology of Ancash: Stones, Ruins and Communities in Andean Peru. Recuperado de books.google.es
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Tomado de:
https://www.lifeder.com/cultura-recuay/

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