En los pueblos y culturas de Oaxaca, sigue vivo, vigente y vibrante el corazón espiritual de la civilización del Anáhuac. La matriz-raíz está viva en sus tradiciones, fiestas, usos y costumbres, lo que la hace un reservorio de las aspiraciones más elevadas de lo humano depositadas en la nación. Oaxaca es una aventura al interior de nuestra milenaria civilización, a lo verdadero, a lo trascendente, a lo eterno.
En los pueblos y culturas de Oaxaca, sigue vivo, vigente y vibrante el corazón espiritual de la civilización del Anáhuac. La matriz-raíz está viva en sus tradiciones, fiestas, usos y costumbres, lo que la hace un reservorio de las aspiraciones más elevadas de lo humano depositadas en la nación. Oaxaca es una aventura al interior de nuestra milenaria civilización, a lo verdadero, a lo trascendente, a lo eterno.