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ALFREDO LÓPEZ AUSTIN Y LEONARDO LÓPEZ LUJÁN

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ALFREDO LÓPEZ AUSTIN Y LEONARDO LÓPEZ LUJÁN
ALFREDO LÓPEZ AUSTIN Y LEONARDO LÓPEZ LUJÁN, MITO Y REALIDAD DE ZUYUÁ. SERPIENTE EMPLUMADA Y LAS TRANSFORMACIONES MESOAMERICANAS DEL CLÁSICO AL POSCLÁSICO, MÉXICO, EL COLEGIO DE MÉXICO, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, FIDEICOMISO HISTORIA DE LAS AMÉRICAS, 1999, 168 P.

>>Reseña realizada por Juan Carlos Ruiz Guadalajara<<
Resultado de una segunda colaboración estrecha entre un historiador y un arqueólogo, el dúo López vuelve a la carga para entregarnos una hipótesis asombrosa, por decir lo menos, en torno a los cambios sucedidos en el horizonte cultural intermedio denominado Epiclásico Mesoamericano (650-900 d.C.).
Dicha propuesta asomó por primera vez y de manera sintética en El pasado indígena, ensayo en el cual López Austin y López Luján reconstruyeron con base en la información más reciente la trayectoria histórica de los tres escenarios o desarrollos culturales hasta ahora identificables por los estudiosos del México antiguo: Aridaomérica, Oasisamérica y Mesoamérica.

Ahora, en Mito y realidad de Zuyuá los autores dirigen su puntería al problema central de lo que han denominado ?ideología zuyuana?. El punto de entrada al problema se encuentra en una de las viejas incógnitas de los estudios mesoamericanistas, a saber, las sor prendentes similitudes que existen entre Tula y Chichen Itzá, reveladas en el siglo pasado por las descripciones de Désiré Charnay y que han sido, desde entonces, el centro de atención y el pivote de múltiples interpretaciones sobre los cambios sociopolíticos ocurridos en el período posclásico temprano. A diferencia de las diversas hipótesis que sobre este asunto han precedido, los modelos explicativos que ahora se ponen a consideración tienen la enorme ventaja de haberse construido sobre un cúmulo de nuevos datos arqueológicos y epigráficos producidos al menos desde los últimos diez años, y que han permitido superar viejas visiones sobre la dinámica de las sociedades protagónicas del período clásico (200-900 d.C.), verbigracia la romántica idea de un horizonte cultural de corte pacifista, ajeno a prácticas guerreras de conquista y a rituales como el sacrificio humano.

Lo que ahora se plantea mediante una visión global de la Mesoamérica del Posclásico, es el surgimiento de una nueva concepción del poder, de un nuevo tipo de acción política que tuvo por sustento la ideología de la Serpiente Emplumada como símbolo y práctica de legitimación. Dicho proceso es ubicado por los autores en el período de transición denominado Epiclásico (650-900 d.C.), y tuvo como sujetos de realización a un sector de la sociedad clasificado como ?innovadores?, quienes habrían apoyado su concepción de dominio y control ?en un complejo mitológico y ritual derivado de tradiciones religiosas milenarias? y en interpretaciones novedosas con fines políticos, por sobre aquellos que pretendían preservar las antiguas formas de organización política tras la caída de Teotihuacan. De ello se des- prende el propósito central del libro: ?encontrar una liga entre una acción política que pretendía innovar las relaciones regionales y un complejo ideológico que le servía de sustento?.

Dicho complejo ideológico que terminaría por constituirse, de acuerdo al modelo de los autores, en el paradigma del orden primordial de la sociedad, se sintetizó en la dualidad Tollan-Quetzalcóatl, y permeó diversos escenarios mesoamericanos con diferente intensidad y matiz. El nuevo paradigma sugerido habría sido la base de una concepción o sistema políticoideológico bautizado por los autores como ?zuyuanismo?, designación construida a partir de la referencia que en diversas fuentes históricas hicieran algunos grupos mayas del posclásico a la Tollan mítica como Zuyuá o Siwán, es decir, el lugar de origen.

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Los zuyuanos o innovadores, ya fueran inmigrantes o nativos de las di- versas zonas que dominaron, habrían sido en sus inicios los representantes y detentadores de la nueva concepción política, y habrían enlazado un complejo de prácticas políticas y religiosas que permitieron implantar un sistema de dominación de amplio alcance que logró desarrollar una ideología y una autoridad globalizantes.
De ello se desprende una de las principales diferencias del sistema zuyua no con respecto a las formas de dominación inferidas para el horizonte Clásico, a saber, el ejercicio del poder y la autoridad sobre complejos territoriales multiétnicos. El sistema zuyuano, por efecto mismo de la ideología y el ritual que le dio sustento, habría logrado resolver el ejercicio del poder sobre territorios con población étnicamente diversificada, sin nulificar el sistema tradicional basado en el parentesco específico e histórico que cada comunidad mantuvo con sus dioses patronos y epónimos. Se trata de un modelo que permite explicar el desarrollo de una nueva concepción del poder basada en el mito, que compartió elementos comunes o panmesoamericanos en ámbitos que preservaron la particularidad de los grupos involucrados en una misma territorialidad a dominar. De esta forma, la religión y el mito se desarrollaron en el seno de las prácticas del poder y en el marco de un reacomodo de fuerzas para terminar estableciendo la unidad esencial de los hombres bajo un mismo orden divino y explicando, al mismo tiempo, la diversidad humana.

El primer síntoma o reflejo de cambio en la concepción del poder, y por lo tanto del surgimiento de nuevas formas de organización política, es ubicado por los autores en el período inmediato posterior a la caída de Teotihuacan: entre otros aspectos, la evidencia arqueológica ha permitido establecer para el Epiclásico el surgimiento de centros administrativos y políticos con estructuras urbanas que sugieren la existencia de una situación política en reestructuración, así como un estado de incertidumbre debido a los vacíos de poder generados tras el declive de centros comercial y políticamente hegemónicos. Entre otras cosas, la arquitectura y las representaciones plásticas presentes en Xochicalco, Cacaxtla, Zaachila y Monte Albán muestran una marcada presencia de elementos bélicos como reflejo de la sublimación que alcanzó la ideología militarista, las rivalidades y las resistencias frente al nuevo orden supraétnico en desarrollo. En todo ello jugó un papel determinante la ideología de la Serpiente Emplumada, imagen que se consolidó como la representación del ser divino por excelencia, generador del flujo del tiempo y de las sustancias entre el mundo de los dioses y el mundo de los hombres.

Así, la Serpiente Emplumada (Quetzalcóatl, Kukulcan o Gucumatz) y la imagen de Tollan habrían sido los vehículos míticos que permitieron a los innovadores sublimar creencias tradicionales y adecuarlas a la nueva situación. Tollan-Quetzalcóatl se habría constituido en una ideología religiosa de síntesis que permitió sustentar y legitimar el dominio y la expansión militar de los estados zuyuanos. De esta forma, López Austin y López Luján construyeron dos modelos interpretativos, de carácter hipotético y a manera de orientaciones metodológicas, que pretenden integrar el estudio global de la ideología y de la tradición mesoamericanas a la comprensión de tiempos, espacios y culturas específicos en el Posclásico mesoamericano.

El primer modelo dirige sus elementos explicativos a la reconstrucción de la ideología zuyuana, el segundo establece los principios de su posible articulación política.

Con respecto al primer modelo, los autores plantean los componentes de la cosmovisión mesoamericana vigente en el Posclásico, cosmovisión que dotaba de sentido al papel del hombre en el mundo y que integró nuevos elementos al núcleo duro de la religión. Así, a partir de los principios básicos gestados desde el Preclásico Temprano (2 500 a.C.-1 200 a.C.), verbigracia la dualidad esencial de todo lo existente, la cosmovisión mesoamericana derivó en el Epiclásico en una compleja concepción donde la Serpiente Emplumada enlazaba con sus acciones y facultades el tiempo mítico, el tiempo de la creación de todos los hombres y el tiempo histórico donde éstos se diversifican. Fue, de acuerdo al planteamiento y a las fuentes, la deidad que unificó en un mismo númen diversos atributos: hijo de la dualidad cielo-tierra, ordenador del universo, creador de los hombres, dador de la sustancia divina, donador de los bienes más preciados del hombre (maíz, fuego, pulque), articulador del flujo del tiempo, etcétera. Los autores lo caracterizan como el gran extractor, el gran ordenador, ?El Conquistador?. Desde Tollan, su morada mítica, Quetzalcóatl gobierna, ordena, distribuye y, en la fase auroral de la creación del hombre termina por fragmentarse en los dioses patronos y gentilicios. Así, el modelo que define la trayectoria del hombre desde su creación hasta el comienzo de su vida mundana es planteado en tres fases: la nocturna, la auroral y la del orto solar, que a su vez se corresponden, entre otras cosas, con un movimiento que va de la unidad a la diversidad, de la oscuridad a la claridad, de la humedad a la sequedad, de la montaña a la planicie, de la ductibilidad a la dureza, de la chichimecáyotl a la toltecáyotl.

Con el segundo modelo, el de la articulación de la política zuyuana, los autores establecen los mecanismos y las relaciones que operaron entre las concepciones mítico-religiosas y las prácticas del poder en lo terrenal. Así, se propone como parte del nuevo orden zuyuano la existencia de instituciones de gobierno corporadas como instancias políticas que habrían permitido el tránsito hacia formas de dominio superior sobre territorios étnica y lingüísticamente diversos. Lo terrenal como réplica de lo divino habría incorporado en diversas regiones, a diferencia de los ?señores naturales?, la figura del dirigente máximo, receptor de la fuerza de la Serpiente Emplumada. Como figuras prototípicas del zuyuanismo, los hombres-dioses que se habrían ostentado como réplicas del Quetzalcóatl primigenio a lo largo de Mesoamérica cumplieron con la función de refrendar el poder de los ?señores naturales?, reproduciendo el desdoblamiento de la Serpiente Emplumada en diversos dioses patronos. Producto de estas concepciones habría sido también la incorporación al ritual de la yacaxapotlaliztliu horadación ritual, misma que implicaba el viaje místico del gobernante zuyuano a la Tollan celeste para recibir los atributos del dios. Similar a las réplicas humanas de Quetzalcóatl, las réplicas terrenas de la Tollan celeste renovaban ?el orden primigenio de la diversidad bajo el poder único [...] El nombre de Tula se hace sinónimo de metrópoli civilizada?.

Otra manifestación terrena de la cosmovisión y expresa en la nueva organización política que imperaría en el Posclásico la encontramos en la excan tlatoloyan o triple alianza, esquema triádico de estirpe zuyuana con funciones político-administrativas que se relacionaría con los tres planos del universo.

En la segunda parte del texto los autores confrontan sus modelos con las particularidades regionales de los diversos escenarios mesoamericanos.

Es aquí donde afloran con mayor intensidad los posibles elementos de la ideología zuyuana presentes en una buena variedad de testimonios arqueológicos e históricos. Por ejemplo, las salas hipóstilas de la Tula hidalguense y de Chichen habrían respondido, como solución arquitectónica, a las necesidades de instituciones de gobierno corporadas en contextos multiétnicos; los rasgos eclécticos del arte Epiclásico y la presencia en un sitio de elementos característicos de diversas regiones, verbigracia Xochicalco, permiten inferir, entre otras cosas, la existencia de confederaciones de élites surgidas como mecanismos de control político regional al amparo del paradigma zuyuano basado en el esquema Tollan-Quetzalcóatl; las evidencias iconográficas que refieren la práctica de la yacaxapotlaliztli entre personajes del Altiplano Central y de la región mixteca; la presencia fragmentaria, en los testimonios posteriores a la Conquista, de la Serpiente Emplumada y del lugar mítico del origen.

ALFREDO LÓPEZ AUSTIN Y LEONARDO LÓPEZ LUJÁN, MITO Y REALIDAD DE ZUYUÁ. SERPIEN- TE EMPLUMADA Y LAS TRANSFORMACIONES MESOAMERICANAS DEL CLÁSICO AL POSCLÁSICO, MÉXICO, EL COLEGIO DE MÉXICO, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, FIDEICOMISO HISTORIA DE LAS AMÉRICAS, 1999, 168 P.
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Tomado de:
http://etzakutarakua.colmich.edu.mx/relaciones/085/pdf/Alfredo%20L%F3pez%20Austin.pdf

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