Balam El Jaguar retoma la cosmogonía maya para denunciar un drama ambiental

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El animal sagrado de culturas prehispánicas inspiró un poema a Jesús García Ra que luego llevó a escena // Fue adorado y temido, y estamos acabando con él, lamentó en entrevista
Foto? La puesta en escena comienza temporada este sábado y termina el 21 de este mes en el teatro Salvador Novo, del Cenart.Foto cortesía del centro
Alondra Flores Soto
Periódico La Jornada
Viernes 5 de abril de 2024, p. 2
Tantos jaguares como estrellas en el universo son los que observaron los mayas. Este animal sagrado en la civilización prehispánica es la inspiración de Jesús García Ra para escribir y dirigir la obra teatral Balam El Jaguar en la que retoma la cosmogonía ancestral, la colonización y la desaparición actual del felino.

El Centro Nacional de las Artes (Cenart) presentará a partir de mañana las escenas con este personaje representante de poder, que con su piel manchada, que asemeja al cielo estrellado, tenía dominio sobre la noche y el inframundo.

Las investigaciones de quienes se dedican al cuidado del medio ambiente calculan que en México hay sólo cerca de 3 mil ejemplares de jaguares, destaca conmovido el dramaturgo en entrevista: se están extinguiendo.

De esas grandes cantidades de jaguares que observaron los mayas, ahora nosotros, los mayores depredadores, estamos acabando con este animal emblemático, adorado y temido por nuestros pueblos, que es tan representativo como el águila. No forma parte de nuestra bandera, pero representaría fácilmente a México en cualquier parte del mundo.

Entre las leyendas que se narran en el territorio sur del país se dice que los mayas vaticinaban el final de la Tierra cuando los jaguares ascendieran del inframundo para devorar al Sol y la Luna; un eclipse sería una muestra del evento final. Esta civilización mesoamericana identificó a los gobernantes con el jaguar, por lo que se les representó con cinturones, pectorales, sandalias y tocados con su piel, incluso sus huesos se usaron para elaborar bastones de mando.

En su trayectoria de director y productor se encuentran obras de autores tan diversos como Mario Benedetti, Yukio Mishima o León Felipe, además de clásicos griegos, entre ellos Edipo rey y El cíclope. Jesús García reflexionó que después de 40 años de hacer teatro de otras latitudes y de pensamiento eurocéntrico, le gustaría escribir algo que hablara de nuestros orígenes.

Lo que nació como poema se convirtió en una puesta en escena, la cual se estrena mañana en el teatro Salvador Novo, cuenta en entrevista el creador tabasqueño egresado de la Escuela Nacional de Arte Teatral.

Este emblemático animal de nuestros pueblos ve la creación de los primeros hombres por los dioses mayas. Primero hicieron a los hombres de barro, luego de madera y, finalmente, crearon a los hombres a partir del maíz; vieron que funcionaba muy bien, porque ya podían pensar, sentir y adorar a los dioses. Para construir el libreto, se inspiró en parte de las historias narradas en el Popol Vuh y de relatos antiguos. La pieza teatral avanza en el tiempo, al retomar también la colonización y la masacre ambiental contemporánea que han detectado los científicos.

El teatro no es considerado industria

El director, actor y poeta se acercó a tocar las puertas del Tren Maya para proponer la presentación de la obra en la ruta del ferrocarril que cruza por el sureste y donde fue adorado. Sin embargo, aunque pudo plantear la idea al ex senador Javier May, no se concretó ningún acuerdo. Al respecto, García consideró positivo llevar la obra Balam a la zona, porque muchas personas no saben de la magnitud de cultura que tenemos y tuvimos. Me encantaría ir a toda la República Mexicana, porque tiene que ver con nuestras raíces.

Seis actores en escena portan vestuarios de esencia prehispánica, con elegantes tocados y la piel pintada de amarillo con manchas negras, inspirados por las estelas mayas con personajes fastuosos y penachos hermosos. El vestuario también es autoría de García Ra, como ocurre cuando uno trabaja de manera independiente, sin presupuesto, por lo que decidió hacerse cargo, ya que durante sus estudios fuera del país aprendió a hacer máscaras, títeres y vestuario.

El creador lamentó que es muy difícil para las artes en cualquier parte del mundo, pero más el teatro porque no es considerado industria. Ser artista no significa que debas morir de hambre, también tiene un valor y se puede difundir. No sé qué está pasando, están dándole catorrazos a los teatros en México, se difunde poco. Pero no todo son redes sociales. Muchos somos analfabetas virtuales; ya no es tan fácil ver la oferta cultural.

Balam El Jaguar tendrá temporada hasta el 21 de abril en el teatro Salvador Novo del Cenart (Río Churubusco y Tlalpan). Las funciones son los sábados a las 19 horas y domingos a las 18 horas.