Debemos de comprender la guerra desde el lado anahuaca, dejar de verla solo del lado europeo. Los pueblos de Europa no nacen como una civilización autónoma, siempre fueron y hasta la fecha siguen siendo pueblos guerreros, acostumbrados a los ataques, los saqueos y los despojos de los bienes y riquezas de sus víctimas. El valor social y cultural del oro, la plata, las perlas en general las joyas, eran el atractivo para estas agresiones. El culto a la guerra material viene desde las culturas de Mesopotamia, como fueron los sumerios, asirios, babilonios y acadios, quienes fueron los creadores de los primeros ejércitos, junto con los egipcios. Toda esta tecnología militar pasó a los griegos y de estos a los romanos. Las legiones romanas y los centuriones, representan la fusión de toda esta cultura militar para Occidente. De hecho, por ejemplo, el concepto de infantería, se refiere a que los romanos usaban escuadrones de niños y jóvenes para intervenir en la primera línea de combate.
Del otro lado, debemos de comprender a los guerreros toltecas de la muerte florecida, a los que libraban sus batallas floridas para ser lo mejor de sí mismos y darse a su comunidad. La guerra tolteca era una acción de conciencia y de trabajo interior. Y aún, en los tiempos del periodo Postclásico, los guerreros mexicas no buscaban asesinar a sus adversarios, no buscaban despojarlos de ningún bien o tesoro, porque no existía la moneda, la propiedad privada y el atesoramiento, además de que estaba prohibido el asesinar al adversario.
La ideología criolla, desde hace dos siglos ha pretendido inútilmente, desaparecer a la civilización del Anahuac, su sabiduría llamada Toltecayotl y a sus maestros los toltecas. Esto es un crimen de lesa humanidad, porque es tan importante la vida, como la misma conciencia de ella Una persona, una familia, un pueblo que no tiene memoria histórica e identidad cultural ancestral, es un ser humano sin conciencia, sin responsabilidad existencial, frágil y dócil a la opresión. El Estado mexicano está obligado moral, ética y legalmente a restituir la memoria histórica y la identidad cultural anahuaca a los hijos de una de las seis civilizaciones más antiguas de la humanidad.
La ideología criolla en 1824 creo un país imaginario sin pueblo. En efecto, un puñado de españoles nacidos en España y otro puñado de españoles nacidos en el virreinato, inventaron un país en el que excluyeron totalmente a la mayoría de sus habitantes, es decir, los anahuacas, los mestizos y los afromestizos. Un país de inconmensurables privilegios y oportunidades para los extranjeros nacidos en el Anahuac, pero que se camuflagean de mexicanos, para parecer iguales a todos, pero que tienen doble pasaporte y una sola lealtad. Todos los mexicanos son iguales ante la ley y las instituciones, pero existen unos más iguales que otros.
El mito del México Imaginario y los mexicanos, ha sido la mejor estrategia para los explotadores extranjeros avecindados y sus aristas. Les permite pasar inadvertidos para el pueblo en general, a pesar de sus nobles apellidos, su fenotipo, sus riquezas y sus altas pretensiones. El concepto de un México Imaginario, monolingüe, mono cultural, con una sola identidad prehispánica”, representada por la cultura mexica, unos “padres de la patria” todos criollos, que siempre los han llevado a sus luchas fratricidas entre criollos, siempre han luchado por el poder y sus privilegios y siempre que han usado a los indígenas y a los mestizos, históricamente los han traicionado cuando los criollos salen victoriosos, sea en 1810 o en 1910. El México Imaginario siempre ha sido de los criollos, y los hijos y los descendientes de los extranjeros son los favorecidos del sistema económico, político, educativo, cultural y religioso. Por el contrario, los hijos descendientes de la civilización del Anahuac, han sido, en estos dos siglos, los excluidos, los pobres, los explotados y los despojados. Según los datos del INEGI en el México Imaginario, dos terceras partes de la riqueza de México están en manos del 10% más rico del país y el 1% de los muy ricos acaparan más de un tercio de la riqueza nacional.
Educayotl AC. Educar para el futuro con la sabiduría del pasado. No se puede salir del calabozo de la colonización con las categorías y los discursos de los carceleros. Descolonizar es dignificar.