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Los hombres del Gran Nayar y su mundo espiritual

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Los hombres del Gran Nayar y su mundo espiritual

Marcos Matías Alonso. Facebook. 19 de noviembre de 2022
El "Gran Nayar" es una región serrana que comprende territorios indígenas de
cuatro estados: Nayarit, Jalisco, Durango y Zacatecas. En esta región cohabitan
cuatro pueblos indígenas: Wixarikas, O?dam, Na?yeri y Meshikan.

El pasado 22 de septiembre, en Santa Catarina Cuexcomatitlán, los gobernadores
tradicionales de los cuatro pueblos, entregaron al presidente de la República el
Plan de Justicia de los pueblos indígenas del Gran Nayar.

En la intervención de las autoridades comunitarias ante el presidente de la
República, insistieron: ?...damos especial atención a nuestros lugares sagrados, por
ser la esencia, la existencia y la supervivencia de nuestros pueblos...?.
Su prioridad fue clara: ?podemos tener infraestructura, servicios, comodidades;
pero seríamos incompletos si no tenemos un lugar sagrado donde respiramos el
aire...?. La protección de los centros ceremoniales es la piedra angular del Plan de
Justicia de estos pueblos.

En acatamiento a la disposición anterior, el INPI, encabezado por su titular, Adelfo
Regino Montes, y en acuerdo con las autoridades comunitarias del Gran Nayar,
organizó un primer recorrido ?in situ?, es decir, trabajo en el terreno.
Del 15 al 17 de noviembre recorrimos dos sitios sagrados: "Tatei Haramara",
localizado en la Isla del Rey, ubicado en el municipio de San Blas, en el estado de
Nayarit. El segundo recinto sagrado fue el de "Xapawiyemeta", localizado en la
Isla del Alacrán, ubicado en el Lago de Chapala, del estado de Jalisco.
Los gobernadores tradicionales, Niérika, Marakame, Cabiteros y los diversos guías
espirituales, decidieron que el primer paso fuera participar en una ceremonia
comunitaria que duró toda la noche del jueves 17 de noviembre.
Fue una noche llena de simbolismos profundos. Se convirtió en la puerta de
entrada para vislumbrar la grandeza espiritual de sus pueblos. En diálogo nocturno
con uno de los principales Cabiteros, me explicó su visión:

Los hombres del Gran Nayar y su mundo espiritual



Esto es nuestro territorio sagrado y queremos que nuestras tierras regresen a
nuestros pueblos indígenas.
La espiritualidad une a nuestros pueblos. Aquí brota la vida. Es la Isla de la
semilla y de la fertilidad. Es nuestra fuente de energía, de paz y de tranquilidad
espiritual.
El lugar sagrado es para la revelación de nuestros sueños. Aquí está la memoria
de nuestro pueblo.
Estamos en el reencuentro con nuestros Dioses. Queremos que el amanecer en
el mar haga brillar su día, que la fuerza poderosa de la noche ilumine su
oscuridad, que el dormir en la hojarasca los haga sentir el abrazo de la madre
naturaleza.
Somos Wixarikas, O?dam, Na?yeri y Meshikan, pero también somos mexicanos.
Por ello ondeamos nuestra bandera nacional, desde el corazón de "Tatei
Haramara".

Estamos en la morada de los dioses, quienes emergieron del mar y caminaron
hacia los amaneceres de las montañas del Nayar.

Tacutzi, nuestra abuela de la lluvia caminó por mesetas, cordilleras, valles,
montañas, costas, lagos, mares y océanos.

En nuestra estancia nocturna en "Tatei Haramara" se revelaron sueños y múltiples
mensajes para reconstruir el pensamiento espiritual de los pueblos Wixarikas,
O?dam, Na?yeri y Meshikan.

Son tiempos para la restauración de las antiguas ceremonias, la reparación de
agravios y la reposición de derechos que serán parte primordial de su Plan de
Justicia.

Además del tema central de la espiritualidad de los pueblos indígenas, tanto en
"Tatei Haramara" como en "Xapawiyemeta", se avanzó en la redacción de la
propuesta de Decreto para el reconocimiento de los sitios sagrados de los pueblos
Wixarikas, O?dam, Na?yeri y Meshikan.

Asimismo, se revisó el status jurídico en que se encuentran los sitios sagrados y se
hizo un primer recorrido para determinar su perímetro correspondiente.
Se prevé que la cartografía indígena, arrojará nuevos datos que quedarán
plasmados en el decreto presidencial.
Nuevos vientos. El sol se oculta, pero vienen nuevos amaneceres.

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