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TERRITORIO E IDENTIDAD MAYA / 275 PEDRO UC

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TERRITORIO E IDENTIDAD MAYA / 275 PEDRO UC
El plato de petróleo y el árbol de la abundancia: Brus Rubio
Ojarasca 275, Periódico La Jornada
La identidad para nosotros los mayas es una cuestio?n sumamente importante. Quiza?s en maya no existe como tal el te?rmino identidad, pero existe en maya una palabra que es chi?i?ibal, que significa la familia que nos une, la familia no por la sangre necesariamente, sino la familia como forma de vida en el pueblo, entonces va ma?s alla? de lo que a lo mejor se puede entender por identidad. El chi?i?ibal no puede entenderse sin un espacio, no puede entenderse sin los elementos que conforman la vida, no se entiende sin los animales, sin los a?rboles, sin los bejucos, sin los pa?jaros, no se puede entender sin los modos de produccio?n, sobre todo la milpa. Este chi?i?ibal no se puede entender sin estos elementos. Entonces ¿que? es lo que? hace maya a un maya? Lo que dicen que es el chi?i?ibal tiene, decimos en maya, un k?i?inam, un dolor, tal vez en castellano le pueden decir profundidad, no se?, tiene una carga que consiste justamente en ver la vida conectada con todo. Esta conexio?n con todo implica respetar, mantener ese todo. Es una forma de ver, de entender la vida que tenemos los pueblos. Por eso nos parece extran?o que nos juzguen con mentalidad occidental ?que consiste en que todo hay que separar, en que todo hay que amurallar y dividir, donde todo tiene que permanecer como propiedad de alguien; asi? nos sentimos raros. Cuando nosotros pusimos un amparo contra ese famoso Acuerdo de Sustentabilidad de la Peni?nsula de Yucata?n, el ASPY, sustentabilidad era una palabra rara para nosotros. Y el juez nos dijo algo interesante a mi? y a otro compan?ero que somos los del amparo: ustedes tiene que demostrar que tienen intere?s juri?dico, intere?s legi?timo.

Y nosotros dijimos: y que? chingados es eso, y nos respondio?: ¿ese acuerdo los esta? perjudicando en sus casas?, ¿ustedes tienen un terreno, viven en un terreno, les esta? perjudicando en sus terrenos? Pues no, dijimos. Entonces si no les esta? perjudicando en su terreno, entonces no tienen uno de los dos intereses. ¿Y el otro?, dijimos. Bueno, ustedes nos tienen que demostrar que son indios, asi? como dicen, que son mayas.

Nosotros hemos lei?do la Constitucio?n, le dijimos, que dice en el arti?culo dos que es suficiente que nos reconozcamos como indi?genas, si somos hablantes de la lengua maya. Y bueno, usted ma?s que nadie debe saber que? dice la Constitucio?n. Si?, pero yo trabajo con papeles y si me traes un papel que este? firmado por alguna autoridad que diga que ustedes son indios, entonces yo lo puedo validar, entonces ya tendri?an su intere?s, u?nico, legi?timo, y a lo mejor corre el amparo. Esto es lo que dijo.

Duele porque eso es una violacio?n a nuestra forma de ver nuestra vida como mayas.

Nosotros le dijimos: mira, sen?or, nosotros entendemos la vida como nuestro cuerpo, a lo mejor a mi? esta un?a no me sirve mucho, pero esta un?a no estoy dispuesto a quitarla, pues esta un?a tiene una funcio?n. Entonces cuando me dices que si mi cuerpo tiene un intere?s legi?timo, un intere?s juri?dico, no entiendo, porque en esta otra mano tengo un dolor, pues yo me imagino que este dolor que siento aqui? tiene que ver con este otro. Nosotros los mayas entendemos la Peni?nsula como un cuerpo, como un territorio, y si usted no lo entiende asi? yo no tengo la culpa. Creo que la responsabilidad es de usted y me parece que los jueces deben estar enterados de que la Constitucio?n dice que somos un pai?s plurie?tnico, pluricultural. Y me dice, si?, esta? muy bonito el discurso pero yo necesito papeles.

Entonces fuimos al Indemaya, una institucio?n alla? en Yucata?n que para el desarrollo de la cultura maya en la Peni?nsula. Fuimos y les dijimos si nos podi?an dar un papel en donde dijera que somos mayas. Y contestaron: pues nosotros no damos eso, les podemos dar una constancia donde diga que hablan maya. No, pues los gringos tambie?n hablan maya, nuestros enemigos tambie?n, dijimos. En fin, nos pusieron estos dos problemas y creemos que es un juicio que se hace, desde las formas de pensar occidental aplicadas a una forma distinta de mirar al pueblo maya.

Asi? pasa tambie?n con los argumentos que esta?n desgranados en las instancias que hoy hablan sobre el tren. Dicen: estamos hablando con las comunidades que van a ser afectadas, por donde van a pasar los rieles; si una comunidad no esta? afectada por los rieles no tiene derecho a impugnar; si una de mis manos la vuelan, la otra no tiene derecho a impugnar. Porque no ven la Peni?nsula como un cuerpo. Y nosotros decimos: pues co?mo no. Y lo sentimos como una violacio?n, a nuestra cultura. Adema?s siempre nos acusan de que somos medio tontos porque no sabemos interpretar la ley. Nosotros decimos, asi? la entendemos, no se? co?mo ellos no la pueden entender asi?, o no pueden o no quieren entender. Que? esta? detra?s de todo esto. Si finalmente es un destino ya decidido y so?lo tienen que buscar justificaciones para hacerlo.

Todo esto es para explicar la identidad, que no la podemos desligar del territorio, es imposible.

En el territorio esta? toda la vida que nosotros creamos. Es una vida incomprendida a pesar de lo estudiada que esta? por muchos especialistas. Y por desgracia ahi? esta?n las barbaridades que dicen los especialistas, son las que quedan en la historia y no nos consultan a nosotros, y sobre esas barbaridades construyen otras.

No se acercan a los pueblos para ver que? es lo que realmente creen y piensan y viven. Una vez vino un antropo?logo y me dijo; ¿tu? sabes que es peligroso hablar sobre la identidad?, eso de la identidad es una cuestio?n conflictiva. Y le digo, es que tal vez no has ido a la Peni?nsula a hablar con los mayas y que te digan que? entienden, a lo mejor tu? esta?s pensando en la identidad como un termino occidental fabricado desde alla?. Nosotros usamos el te?rmino de identidad como algo ma?s o menos cercano a lo que nosotros en maya decimos ch?i?ibal y para que tu? puedas entender lo que estoy diciendo, necesitas saber que? es lo que realmente queremos decir y si no pues no se entiende.

Esta relacio?n identidad y territorio nos construye una vida: es co?mo encontramos nuestros saberes, que? tiene que ver con nuestra propia vida. Yo naci? en una familia monolingu?e. Mis papa?s son mayas y yo lo que aprendi? a hablar es maya; medio hablo el espan?ol, pero en realidad yo hablo maya. Entonces lo que mi papa? me deci?a, que creo es un buen consejo, me deci?a: hijo, tenemos que ir a la milpa porque necesitas (o necesitamos) aprender a crear nuestra propia comida, si logramos producir lo que comemos evitamos la esclavitud.

Y pues i?bamos a la milpa, pero adema?s deci?a: la milpa es el corazo?n de la montan?a; la milpa tambie?n es selva, porque la milpa que hoy no tiene a?rboles grandes, en diez an?os ya los tiene otra vez, y asi? vamos dando vueltas con ese ci?rculo y no necesitas sembrar arbolitos para reforestar, so?lo de?jalos descansar, dales sus tiempo y su espacio, que asi? si? se siembra la vida y no el engan?o.

I?bamos a la milpa y aprendi?amos muchas cosas. En castellano podri?amos decir que la milpa es una escuela, porque aprendemos el nombre de las flores, a distinguir los colores, la selva es verde pero tiene sus tonos. Es un arcoi?ris la selva.

Caminando entre las hierbas, mi padre me deci?a: mira bien esta hierba, se llama tal, ya la reconociste, si?, ve sus forma, pues esto es medicinal, esto te cura la tos, esto te cura la hinchazo?n de garganta.

Aprendemos a distinguir las hierbas que nos curan y decimos: pues esta hierba hay que cuidarla. Seguimos en la milpa y encontramos serpientes, y me deci?a mi papa?: una cosa importante tienes que aprender. Las serpientes que no son venenosas cuando te ven huyen, las serpientes que son venenosas no huyen, pero tampoco atacan. Esta?n ahi?, no las molestes. Si por descuido la pisas, pues entonces si? te va a morder, pero aqui? esta? la hierba que se llama igual que la serpiente que es k?o?ok?ob y esta hierba rapidito la machacas, la pones ahi?, le exprimes poquito el caldo y te la tomas y se acabo?. Aprendemos muchas cosas en la milpa y cuando uno crece y se hace adolecente y joven, nace una cosa que en castellano le podemos llamar el carin?o por ese espacio; obviamente alguien que crecio? en la ciudad y desde muy pequen?o crecio? en una casa donde no hay a?rboles y que se abasteci?a de su comida en los supermercados, no va sentir el amor que nosotros sentimos por ese espacio, no lo entenderi?a, porque para nosotros no es so?lo cuestio?n de entenderlo, es tambie?n lo que sentimos.

El problema es que muchas veces no nos respetan. Entramos en una discusio?n difi?cil cuando vienen los megaproyectos justificados muy bien desde esa visio?n occidental, con argumentos muy bien estudiados desde las universidades: co?mo justificar la destruccio?n de la tierra, la deforestacio?n. Le ponen nombres bonitos, le ponen sustentabilidad: deforestar 500 hecta?reas de tierra es sustentabilidad, es desarrollo, es sacar al pueblo indio de la marginacio?n, es hacerle justicia al sureste que esta? abandonado.

Entonces traen maquinarias y se chingan los a?rboles. Ellos dicen que es mucho ma?s productivo un aerogenerador de 180 metros de alto y 60 metros de aspas. Traen sus ma?quinas, arrasan y les vale un comino, si este a?rbol produce miel, si este a?rbol produce comida. Tenemos en Yucata?n un a?rbol que en espan?ol le dicen bonete pero en maya le decimos K?u?umche?, que es comida y bebida, y si de repente no tenemos tortilla con eso comemos, pero la maquinaria que meten a destruirlo no sabe eso, ni siente.

Menos el que ordena destruir esto: tampoco siente. Siembran aerogeneradores que no les van a servir a la gente porque no son para el pueblo, sino para Cine?polis y otras empresas y ahora para el tren y sus polos de desarrollo. Uno de los representantes de la empresa me dijo una vez, un france?s, un tipo que habla no se cuantos idiomas interesantes, y cuando empieza, a la asamblea le habla como en espan?ol, luego como en france?s y luego como en chino. Quie?n sabe finalmente que? habla y se pone muy nervioso y dice: imagi?nense ustedes, nunca han visto un paisaje tan bonito de mil aerogeneradores o una plancha de espejos. (No estoy hablando del siglo XVI, estoy hablando de este tiempo de ahora.)

Asi? es como lo ven ellos y asi? es como nos lo quieren hacer creer. Y claro, en esta deforestacio?n que viene y que nos da pena y dolor, muchas veces argumentan que es una propiedad privada, que es de fulano de tal y nos dicen: nosotros no estamos afectando la propiedad de la comunidad, y asi? hablando y haciendo los contratos con los ?duen?os? de estas tierras.

Pues si?, pero la Peni?nsula es territorio maya, es nuestro cuerpo como pueblo, podra? tener un documento en donde diga que es duen?o, pero toda la Peni?nsula es cuerpo maya, es de la Peni?nsula de Yucata?n y todos nosotros nos dolemos por eso, los que hemos crecido ahi? y hemos crecido como comunidad maya, como pueblo maya pues no podemos sentirnos ajenos a eso, y por eso en la Red de Defensores del Territorio Mu?uch ? Xi?inbal no podemos, no queremos vender la tierra. Hay una relacio?n histo?rica con este lugar, con esta peni?nsula, tiene que ver con lo que nos cuentan nuestros abuelos, ellos nos han dicho: tienes esta tierra con la que has vivido. Nos ha costado dolor y tristeza y hay que cuidarla. Y recuerden que si no hay tierra para cultivar, si no hay tierra para sembrar, no va a haber comida.

Una vez me invitaron a leer poesi?a maya (que es lo que escribo) a una escuela primaria y fui, y le pregunto a los ni n?os alla? en la ciudad de Me?rida, no en un pueblo, sino de la ciudad, les pregunto de do?nde viene el tomate y uno de ellos levanta la mano y me dice: del supermercado.

Y es lo que conoce, tiene razo?n, e?l no conoce otra cosa, y entonces aqui? viene el argumento, y co?mo vamos a soste ner el supermercado, si no hay energi?a, si no hay corriente, y co?mo vamos a sostener el supermercado si no hay tren que lleve las cargas, y co?mo vamos a comer carne si no hay granjas de 50 mil cerdos.

La integralidad de los megaproyectos que nos despojan de nuestros territorios tiene una cosa en comu?n: quitarnos la tierra. Pero adema?s la destruye, porque una cosa es el arrebato y otra cosa es la destruccio?n, la fumigacio?n que no esta? permitida en Yucata?n, se supone, con avionetas. Los empresarios, la prohibicio?n se la pasan por un arco del triunfo, con avionetas hacen las fumigaciones, nadie de la autoridad lo ve. Y cuando le decimos a la Semarnat y no so?lo con las autoridades anteriores sino a las actuales, nos dicen: ¿deveras pasa eso? Asi? nos contestan.

E?ste es el problema que tenemos. Hay una historia que nos cuentan nuestros abuelos y esa historia tambie?n es parte nuestra. Algunos que se dicen marxistas y que reproducen un discurso trasnochado que creo que Marx se espantari?a si los escuchara, vienen y nos dicen: ¿por que? los mayas no se levantan?, porque son paci?ficos.

Yo les digo: entonces ustedes ¿por que? no se levantan?, avi?senos, chance y nos ayudemos. Pero tal vez no saben la historia de un personaje que se llamo? Jacinto Canek, estari?a bueno que lo sepan, les deci?a, tal vez han escuchado hablar de un tal Can?ek, que no es Canek sino Can?ek, que es diferente, que adema?s teni?a muchos nombre de lucha. Porque su nombre era Jacinto Uc, e?se es su nombre y luego se puso de los Santos, porque la colonia habi?a pegado duro y decir Santo era alguien que habi?a que venerarlo. Entonces se puso Jacinto Uc de los Santos como nombre de lucha, y entonces habi?a una lucha alla?, no eran los aerogeneradores, pero eran las mismas balas de hoy. Y luego en 1847, vino otro gran conflicto, una gran conflagracio?n en la Peni?nsula, que se conoce como la Guerra de Castas, con personajes como Cecilio Chi, Manuel Antonio Ai, como Bonifacio Novelo, como Venancio Pech y otros.

Nuestros abuelos se levantaron a pelear y sufrieron igual, no una derrota declarada, pero sufrieron una persecucio?n que hasta el di?a de hoy no ha cesado.

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Fragmento de la intervencio?n de Pedro Uc en el Taller en Defensa de los Territorios, el 13 de febrero de 2020

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